Harry Styles es un alfa dominante e imponente que es respetado por todos; él mide 1,92cm. Posee una cabellera rizada, y ojos ojos color verde esmeralda. Su mandíbula está muy bien formada, y tiene un cuerpo totalmente fornido, muy bien trabajado.
Es reconocido prácticamente en todo el país, gracias a su empresa.Su vida es lo suficiente monótona y aburrida, era del trabajo a la casa, y viceversa, nada realmente emocionante que resaltar. A pesar de todo el dinero que tenía, no lograba sentirse feliz o lleno, ¿y cómo iba a estarlo?, si era un alfa amargado.
Louis Tomlinson es un pequeño omega de unos 1,60cm. Él es el chico más dulce que cualquier persona podría conocer en el mundo, es muy mimoso. Poseía un cuerpo curvilíneo; sus piernas son cortas, gorditas y blancas, perfectas a la vista de cualquiera que lo observara. Su cabello es castaño y liso, con un flequillo que caía a un lado de su frente, dándole una imagen completamente tierna e inocente, y lo era, no había duda de ello. Sus ojitos tan celestes como el cielo, sus pestañas eran largas, y sus pómulos estaban totalmente definidos. La mayor parte del tiempo tenía sus mejillas sonrojadas, sus labios eran rosaditos y delgados, en fin, parecía un muñequito de porcelana. Louis Tomlinson es arte, y nadie podrá decir lo contrario jamás.
Él siempre veía el lado positivo de las cosas, y trataba de estar feliz la mayor parte del tiempo, a pesar de todos los problemas familiares; era simplemente el ser humano perfecto.
Justo como ahora, básicamente sus padres estaban molestos por lo que es, como siempre.— No te quiero más en mi casa, no mientras eres un omega varón, una decepción, qué vergüenza. — regaña su padre de forma despectiva.
— Louis, acabas de cumplir tu mayoría de edad, lo mejor será que busques otro lugar al que ir. — comenta esta vez su madre con desdén, manteniendo una expresión neutral.
Louis no podía creer lo que estaba ocurriendo, sus ojitos de inmediato comenzaron a llenarse de lágrimas, generalmente habían peleas, pero jamás creyó que sus padres lo echarían de casa, eran su familia.
— P-pero mamá, ¿cómo voy a irme?, no tengo lugar alguno donde quedarme.— dice e inevitablemente dos gruesas lágrimas caen de sus ojos, rodando a lo largo de sus sonrojadas mejillas.
— Ya vas a empezar a llorar como maric-
Antes de que su padre pueda continuar, la mujer presente decide interrumpirle. — Basta Louis, solo recoge tus pertenencias y busca otro lugar donde vivir, porque bajo este techo no será. Y que sea hoy mismo. — dice antes de darse vuelta.
Louis subió rápidamente a su habitación, estaba temblando, asustado y triste, soltando pequeños sollozos en busca de la protección de su alfa que no llegaría. Antes de que su padre llegara a lastimarlo como solía hacerlo, prefirió guardar la poca ropa que tenía, alguna siendo lo suficiente "femenina" como para recibir insultos cada vez que intentaba utilizarla, y la metió en su mochilita rosada para luego colocar ésta misma sobre su espalda.
Con la mirada gacha, salió de casa, sin rumbo alguno, así que solo caminó hasta encontrar un viejo parque en la vía, dio unos pocos pasos más, y se sentó cansado sobre una banca a seguir llorando, incluso más que antes ya que se estaba oscureciendo cada vez más, y había comenzado a lloviznar, para su mala suerte, Louis le temía a la lluvia.
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El alfa estaba sentado sobre su silla de cuero frente al escritorio, mientras terminaba de firmar algunos papeles que tenía pendientes de la junta. Al terminar de acomodar todo, se dispone a arreglar su oficina por encima, para lograr irse de una vez por todas.
Le da un último vistazo, pareciéndole agradable lo que observa, así que toma su laptop, retirándose del lugar, sube a su auto deportivo y enciende el aire acondicionado, dejando que su aroma entre por sus propias fosas nasales, éste seguía lo suficiente puro ya que su celo había finalizado apenas ayer.
Estaba lloviendo fuerte, y él sabía que no llegaría a casa para cocinar, así que se dispone a manejar hasta su pizzería favorita.
Iba admirando el paisaje, eso sin perder la concentración de la carretera, le gustaba ver las gotas de lluvia caer por su ventana.Estaba llegando a su destino, cuando accidentalmente toma la vía incorrecta, iba a dar la vuelta para retomar su camino, pero divisa un viejo parque que estaba solitario, o eso era lo que creía hasta que notó un pequeño cuerpo encorvado, sentado sobre una banca, o al menos eso parecía ser, no lograba diferenciar bien la silueta, pues estaba todo oscuro.
De inmediato una expresión de asombro se posó en su rostro, pues estaba lloviendo demasiado fuerte, así que sin pensárselo dos veces, se estaciona en una orilla, bajando del auto para acercarse hasta el pequeño cuerpo tembloroso e intentar ayudar en lo que pueda.
— Hey, ¿qué estás haciendo aquí bajo la lluvia?, podrías enfermarte. — dijo el alfa antes de acercarse más hacia donde estaba el omega de aroma a caramelo, realmente adictivo para su gusto, se sintió extraño, pues la mayoría de veces el aroma de otras personas le resultaba desagradable y empalagoso, pero eso solo lo dejó pasar por alto.
— Sé que no es común que se acerque un desconocido a ti para hablarte, pero realmente me asusté cuando te vi solo bajo la lluvia.
Louis se asusta de sobre manera al escuchar aquella voz ronca y grave hablarle, pero inevitablemente su cuerpo se relaja solo un poco gracias al fuerte aroma a café que este desprendía, aún así continuaba temblando a consecuencia del molesto frío del ambiente.
— Y-yo.. bueno, mis padres no me quieren porque soy un omega, y me echaron de casa, y ahora no tengo dónde ir. — lloriquea soltando un sollozo bajito, no puede evitarlo, él no deseaba llorar en frente del alfa, por más que éste le transmitiera confianza, pero aún así no podía evitarlo, la situación lograba ponerlo sensible.
El alfa hace una mueca preocupado, y lo único que puede hacer es colocar su mano sobre el hombro del contrario, buscando las palabras correctas para proponerle una locura.
— Podría sonar como un loco para ti, quizá, pero ven conmigo, te daré techo y comida, hasta que consigas algún lugar donde quedarte, podrás dormir en mi casa y cuando quieras irte, podrás hacerlo, pero por ahora déjame hacerme cargo de ti, pese a que no te conozco, no podría jamás dejar a un omega en este estado, de noche, con lluvia, durmiendo sólo en un parque. Vamos, sube a mi auto y yo te llevo a casa conmigo, vivo solo.
Las palabras se escucharon muy extrañas para él, haciendo que Louis se sintiera un poco desconfiado de ir, jamás había visto a ese señor, y le daba un poquito de miedo; sin embargo, más le aterraba tener que dormir solito en un parque. — Yo.. yo podría ir a su casa, pero por favor prométame que no me hará daño usted también.— pidió el pequeño omega cabizbajo.
— Prométalo por el dedito. — añadió haciendo un pequeño puchero, viéndose adorable, mientras estiraba su dedo meñique en dirección al mayor.
— Lo prometo por ¿el dedito? — dijo el alfa tratando de sonar seguro y serio, más bien saliendo como una mueca de confusión, (pues él jamás había hecho una promesa de ese tipo), mientras acercaba su dedo meñique hasta el omega para unirlos; pudo notar la gran diferencia de tamaño que le llevaba de ventaja a la pequeña mano del omega, mientras experimentaba por primera vez una extraña sensación en su estómago, pero no comentó nada al respecto, nuevamente.
— Soy Harry Styles, mucho gusto. — dice con una expresión neutra, el jamás sonreía.
— ¡Y yo soy Lou!, Louis Tomlinson — exclama emocionado el más pequeño, manteniendo la sonrisa más dulce que el alfa había visto en su vida.
***
{Editado.}
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Sweetcheeks ♡̷̷ˎˊ˗ (En edición)
Fanfiction[Louis Tomlinson es un omega tan dulce como la miel, pequeño, cariñoso e inocente en su totalidad. Harry Styles, un alfa puro, frío y reservado, todos le temían, menos Louis.] - O donde de forma inesperada, Louis se convierte en la persona favorita...