⛅️13⛅️

14.6K 1.1K 991
                                    

Harry y Louis la habían pasado genial en la playa, es decir, estaban juntos, con eso bastaba.

Tuvieron que volver a casa, y en todo el camino Harry no paró de molestar a Louis por lo rojitas que se encontraban sus mejillas, consecuencia de haber tomado demasiado sol, incluso cuando el alfa se encargó de ponerle bloqueador en todo el cuerpo.

Al día siguiente de haber llegado a casa, Harry tuvo que ir al trabajo muy temprano, dejando a Louis solo en casa.

El pequeño omega había querido hacer una cena especial para cuando Harry llegara de trabajar.

Louis nunca había salido solo de casa, porque tenía miedo de perderse, y aprovechaba que su amable alfa se ofrecía a llevarlo a todas partes. Hoy cambiaba la situación, pues al querer hacer una sorpresa, incluso cuando se encontraba solo, tuvo que salir y tomar un taxi.

Louis se encontraba sentado en la parte trasera del auto amarillo con sus manos apoyadas sobre sus desnudas rodillas, encaminándose hacia el centro comercial.

Llegó al lugar, y de inmediato se puso tímido al estar rodeado de tantas personas, con tantos aromas fuertes a su al rededor. "No importa, a Harry le gustará la cena", pensó mientras sonreía y siguió caminando, lo primero que visualizó fue una tienda que vendía muchas faldas y atuendos de colores.

Louis de inmediato corrió al lugar como si de un niño pequeño se tratara, todo el pasillo donde se encontraba la tienda estaba solitario, y el omega se relajó de inmediato al haber dejado atrás a la multitud.

Antes de lograr entrar a la tienda, siente un fuerte tirón en su hombro, y asustado se voltea, quedando plasmado en su lugar, cuando siente una fuerte bofetada en su mejilla derecha.

─ ¿Cómo te atreves a salir así a la calle?, vestido como todo un marica. ─ Pregunta el señor que se supone era el padre de Louis.

El pequeño sostiene su mejilla, buscando calmar el punzante dolor. Su labio inferior comienza a temblar, sin embargo no le da el gusto de verlo llorar, no de nuevo.

─ Vestido de esa forma, nadie querrá salir contigo. ─ Dice mientras empuja a el ojiazul, provocando que cayera directo al suelo.

Louis no dice nada al respecto, solo se levanta y sale corriendo, gruesas lágrimas caen de sus ojitos azules, rodando a lo largo sus mejillas.

Cualquier insulto lograba afectar a Louis, pero incluso más cuando venía de parte de su propio padre, justo como ahora.

El pequeño llama a un taxi nuevamente, yéndose de inmediato a casa, olvidando el objetivo principal de haber salido de esta.

Mientras iba en el taxi, el castaño seguía llorando, soltando fermonas de tristeza, inundando el auto cerrado.

Al llegar a casa, se baja corriendo y cierra la puerta con llave, subiendo de inmediato a su habitación para tomar todas sus falditas y esconderlas en el closet, para recordarse no utilizarlas más, cambiándose la que llevaba puesta de inmediato.

Busca un t-shirt utilizado por Harry, para que no le hiciera tanta falta, para luego acostarse sobre la cama, acurrucándose para quedarse dormido con los ojos hinchados de tanto llorar.

-

El día de Harry había marchado totalmente mal, estaba completamente de mal humor, no quería ver ni hablar con nadie.

Como siempre, el único trabajo que le dejaba a los demás, lo hacían mal, solo algunos, en realidad tenía un personal bueno.

No habían conseguido que unos inversionistas firmaran sus papeles, dando como resultado una gran pérdida a la empresa. Sin embargo, luego de un día lleno de estrés, Harry logró estabilizarlo.

Sweetcheeks ♡̷̷ˎˊ˗ (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora