Koichi y Yukako se habían ido, su viaje iba a recorrer un poco más Italia, ya que estaban. Sus tíos se quedarían un par de días más y Rohan sensei se había mudado a un hotel y a penas los molestaba, lo último que hicieron para él fue tomarse medidas antes de que saliese corriendo en dirección a Florencia para comenzar los tratos o mejor dicho, los gritos exigentes con Gucci. Lo supieron porque un apurado editor desde Japón se les presentó mientras lo buscaba totalmente perdido.
Se podía decir que los días habían vuelto a la normalidad, los días se hacían más fríos y con el frío iba a aparecer por fin Ermes con Emporio. La inesperada cantidad de papeleo a arreglar para su llegada y sus intentos por hacer que sus notas no se fueran a pique la mantenían ocupada. Al mismo tiempo sabía que algo estaba pasando, lo notaba por muy discretos que estuvieran siendo. La familia que les había atacado había movido pieza y les tocaba a ellos contraatacar. Los murmullos entre Mista y Giorno y el hecho de que siempre hubiese un hombre esperando a que saliese de la facultad le dejaban claro que no era una broma. Entre una cosa y otra no había visto a Giorno a solas ni un solo día. Quería creer que no la estaba esquivando, lo había visto mirarla y siempre parecía querer decirle algo.
Era una faena, pero ambos estaban ocupados. Y cuando se vino a dar cuenta, Ermes y Emporio estaban en casa. No fue con una enorme comitiva a recibirla porque estaba cansada y querían discreción, pero el resultado fue el mismo. Se había acordado que se quedarían unos días en la mansión hasta que Josuke y Okuyasu se fueran y, aunque tenía ganas de tener su propio espacio, Ermes no se quejaba para nada de la solución. Con la suma adecuada fue fácil que Emporio entrase a un colegio, el idioma no fue un problema después de que Rohan les diese a los dos la habilidad de hablar italiano para adaptarse.
A pesar de las quejas de Emporio, ambas ex reclusas fueron de comprar para el niño con la pareja de japoneses. A pesar de la barrera cultural Ermes se entendió bastante bien con ellos. Sin embargo, Emporio se quedaba protegido a la sombra de Jolyne, demasiado tímido aun para relacionarse. Iba a costarle sobreponerse y ambas mujeres estaban pensando en que quizás le venía bien ir a terapia y recibir educación en casa una temporada, pero el niño insistió en que debía afrontar el reto como una persona normal de su edad.
Y en el puerto de Nápoles disfrutando de unos helados empezó todo. Habían llevado escolta, por supuesto, Giorno había aparecido esa misma mañana antes de partir él en otra dirección para recordárselo. Según Ermes para recordarles la escolta y pegarle una considerable cantidad de miraditas a Jolyne.
Llevaban varias tiendas de ropa infantil cuando notaron algo extraño en el ambiente. No tuvieron que hablar entre ellos, directamente pusieron Ermes en el centro y se prepararon para recibir el ataque. Explosiones empezaron a sucederse alrededor de ellos mientras la gente huía aterrorizada. Todos parecían escapar por los pelos, pero los ataques se iban cercando cada vez más alrededor de ellos.
Ermes copio unos cuantos contenedores a su alrededor para crear una barricada. The Hand esperaba, Okuyasu rezaba por ello, cortar una explosión. Y pudo hacerlo, pero por desgracia solamente por la mitad. Cientos de pequeños cristales fueron hasta ellos. Josuke trató de curarlos con rapidez ignorando las esquirlas que tenía sobre sí mismo. Cuando fue a atender a Jolyne se dio cuenta de que había deshecho un brazo completamente y aflojó el otro para soltar los cristales incrustados de un manotazo firme.
-Tio Josuke, quédate con ellos, pero alejaos de aquí. A mi señal usa Kiss, Ermes.
Jolyne y Josuke corrieron hacia el centro de la plaza mientras el brazo de Jolyne volvía a su sitio. Cuando volvió a cerrarse le hizo una señal a Ermes, que ya había huido lejos del contenedor. Cuando ambos se unificaron escucharon un grito tras la explosión.
-Lo sabía, es un stand que se va moviendo por las superficies reflectantes y las hace explotar, pero no puede soportar las explosiones dentro. Debemos encontrar la forma de pararlo.
Crazy Diamond golpeó todas las superficies reflectantes que veía para deformarlas, pero la explosión había diseminado miles de pequeños cristalitos, él seguía la carrera errática de su sobrina si entender muy bien que pasaba pero intentando cambiar todo lo que podía. Finalmente en un punto las explosiones estaban más lejanas y ni les rozaban Jolyne le gritó a Ermes y los demás que fueran hacia allí y a su tio que se quedase cuidando a los heridos. Tras una breve discusión en la que al menos Jolyne consintió que le curase las heridas que ya tenía la última heredera del clan Joestar corrió hacia la zona opuesta tratando de evitar el máximo posible de golpes. Y entonces un coche entró a toda velocidad en la plaza. Giorno se bajó rápidamente y Gold Experience mandó el automóvil lejos antes de que le diese tiempo a explotar.
-¡No te acerques! Va solamente detrás de mi -le gritó Jolyne sin conseguir ni por asomo que eso frenase al rubio que fue directo a ella- El usuario debe de estar en ese tejado.
Mientras lo decía corría hacia el lugar empezando a soltar uno de sus hilos de su estómago, pero Giorno corrió hacia ella.
-Déjame ir contigo.
A penas dudo unas decimas de segundo antes de agarrar con fuerza a Giorno e impulsarse con su hilos hacia el tejado para caer allí de manera no muy pulcra pero sí efectiva.
El portador a penas tuvo tiempo para huir al comprender que le habían alcanzado . Intentó huir pero GER ya se había hecho con él antes de salir. Un trozo de espejo voló y se clavó de lleno en la pierna de Jolyne. Sin saberlo, el usuario del stand había cometido la número uno en su lista de ideas estúpidas.
La chica se lo arrancó sin miramientos haciéndole una seña a Giorno indicando que estaba bien para que no perdiese de vista a su objetivo.
-¡Tú! ¡Eres un hijo de Dio, no deberías ayudar a la Joestar! ¡Venció a tus hermanos! Solamente la ilusión queda en el mundo de manos de uno de ellos.
-Yare yare dawa, osea que Ungalo está vivo... -refunfuñó Jolyne.
-Eres la mayor molestia que le queda a nuestro amo -escupió el usuario que estaba siendo sujetado con más fuerza de la cuenta por Gold Experience- Tu en cambio... Ungalo se equivoca, él no es el heredero, no es tan magnifico ni por asomo. Déjame seguirte...
-Has herido a inocentes -al decirlo la fuerza del Réquiem se hizo patente, como si los sacase a los dos del tiempo- Y lo peor, has herido a Jolyne. No soy el heredero de ningún otro que no sean mis propias acciones. Tienes suerte de que ella prefiera no cometer más asesinatos.
El hombre aterrorizado hizo que su stand se iniciase, lo cual solamente le llevó a volarse un dedo.
-A partir de ahora la consecuencia de la causa de usar tu stand es que irá sobre ti mismo, suerte en su uso.
El tiempo volvió a su curso y Giorno lanzó con desprecio al hombre como si fuese un trapo para ir directo a curar las heridas de Jolyne y abrazarla al terminar. ¿De que servía un poder casi infinito si un cualquiera podía herir algo más doloroso que su propio corazón?
-Estoy bien, de verdad -se quejó Jolyne mientras que Giorno seguía revisando- ¿crees que pueden encauzar a este gilipollas como terrorista? Creo que el tío Josuke ha podido salvar a casi todo el mundo ya y...
Según lo dijo, al girarse se dio cuenta de que una luz dorada invisible para los no portadores cubría la plaza y todo parecía volver a la normalidad para el resto. Jolyne se quedó mirando sin poder evitarlo a Giorno sintiendo un escalofrío, ¿Cómo de poderoso era verdaderamente su stand?
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El bello y la bestia (Giorno x Jolyne)
FantasyPuedes ser el jefe de la mafia y aun así tener miedo de tu suegro. Aunque primero debes conseguir que la dama acepte, claro. No puede ser más difícil que ser el jefe de Passione, ¿verdad?