Your voice is soft like summer rain

555 57 44
                                    

Holly Cujoh era, en resumen, una buena persona. De muchas personas se podía decir esto si se ignoraban los peros, pero con ella no los había. Quizás que era demasiado complaciente y, como le había pasado a su bisabuelo, la gente confundía su bondad con estupidez. Pero al igual que Jonathan Joestar, Holly no era ni mucho menos idiota. Por eso cuando su querida nieta la llamó para pedirle ayuda para cocinar algo supo que pasaba algo. Quizás, se dijo tratando de acallar la voz de la sospecha, tras el cambio que quería darle a su vida le había dado por volcar su tiempo en nuevas aficiones. Jolyne le dijo que le gustaría preparar un bento de esos como los que hacía ella, de esos que estaban tan deliciosos porque podías hasta saborear el cariño con el que estaban hechos. 

Ese mismo día llamó a su madre, Suzie Joestar antes Quattro, para comentarle la situación, ambas habían estado muy preocupadas por el futuro de su nieta/bisnieta. Ese Romeo era una influencia horrible y ambas se habían alegrado de que no tuviera contacto más con ese chico. Shizuka estaba de acuerdo con su hermana y su madre, seguramente a su sobrina le había llegado el amor y aun no se había dado cuenta. Al escucharlo Joseph tuvieron que sujetarlo, a pesar de su edad, para que no fuese en persona a investigar que es lo que estaba pasando. Les costó, pero consiguieron que se estuviera quieto y que no se fuese a chivar a Jotaro. Concretamente les costó la promesa de que en cuanto pudieran enviarían a Josuke a investigar por ellos. Lo bien que la familia Joestar había acogido a Josuke después de la pelea inicial era un ejemplo de no hacer pagar a los hijos los errores de los padres. Yukako se encargaría de que ni Josuke pudiese fastidiar la investigación.

Josuke adoraba a sus hermanas e incluso Suzie era fácil de querer para él.  Y desde luego ese amor por la familia incluía a Jolyne, la pequeña JoJo -ciertamente era difícil distinguir a alguien así cuando eran 4 JoJos en la familia- había sido un amor de niña y, aunque en su adolescencia se había distanciado seguía siendo uno de sus confidentes. Sí, Holly Cujoh distaba de ser tonta, no por nada ella había elegido al representante de la familia.

Totalmente inocente a lo que ocurría en su familia, Jolyne trató de seguir la receta que le había dado su abuela. Le había quedado rico, pero no bonito, por lo que volvió a repetirlo con su abuela en videollamada para hacerlo lo más parecido posible. Como era típico en su familia, muchas veces se ponía a hacer cosas buenas sin darle más vueltas. Desde que estuvo en la cárcel dormía mal, por lo que no le costaba madrugar. Dejaría lo que tenía que hacerse en ese momento para la mañana. 

Por eso cuando los sirvientes le dejaron a Giorno el paquete se sorprendió de que estuviera desde tan temprano, pero sobre todo le sorprendió que lo hubiese hecho. Estaba francamente bueno y, aunque objetivamente había comido cosas mejor cocinadas, nunca nada le supo tan bien. Ese día desayuno en su despacho después de sacar a su consegliere reptil. Quería estar a solas ese día, sintiendo como más que nunca esa comida era también un alimento para el alma. Después de terminar la comida le escribió una nota de agradecimiento que se convirtió en mariposa para buscarla. 

Jolyne no había visto funcionar a hasta entonces más que para la curación a Gold Experience, pero el método de entrega la maravillo. A escondidas entre clases lo llamó emocionada, no enviarle un mensaje, lo llamó. Así es como empezó la costumbre de enviarle notas en forma de mariposas, otros podían haber enviado rosas, pero él podía hacer eso. Total, era una manera de darle un poco del color que había ganado con ella.

-Estaba llamándote y no contestabas -entró Trish justo cuando salía una mariposa de su despacho- Realmente me muero de ganas de conocer a la tal Jolyne desde que le pegó la paliza a Mista.

-¡No me pegó ninguna paliza! -gritó Mista desde fuera.

-Como digas, Guido, como tu digas -respondió Trish con desgana, para pasar al objetivo principal- Comprende que estemos emocionados, has salido brevemente  con otras, pero la estás bañando en mariposas. 

-No estoy saliendo con Jolyne, solamente trato de corresponder a su amabilidad. 

-Ya, pero si de paso se enamora de ti no ibas a poner ninguna clase de impedimento, claro -ver a Giorno sonrojado acostumbrada a verlo siempre calmado estaba siendo algo tremendamente divertido para la mujer- Vamos, vamos, estoy aquí para ayudarte. Le hablaré maravillas de ti.

-Sobre eso quería hablarte, verás...

Trish y Giorno se habían conocido en circunstancias terribles con solamente quince años, a los dos se les había negado la adolescencia, pero sobre todo a Giorno que había tenido que madurar increíblemente rápido para poder tomar el control de Passione y arreglar un poco el legado de Diavolo al que ella había renunciado totalmente. Eso había hecho que se saltase una parte importante de la vida y los años del ridículo, parecía que iba a suplirlos por fin.

-Eso también se lo aclararé yo. O mejor aun, dile que estoy aquí y casualmente y menciona que creyó equivocadamente que soy tu novia, yo te ayudaré a redactar.

Y eso hizo, una nota convertida en una mariposa neotropical verde, del mismo verde que los ojos de Jolyne, las que volaban libremente por la tierra en la que se había criado. No parecía incidir mucho en lo de que estaba disponible, por idea de Trish, por eso al rato de arrepintió de hacerle caso.

Su teléfono sonó con la respuesta tan pronto la mariposa encontró a la chica. Un mensaje desenfadado, como siempre, pidiendo perdón por asumir cosas y diciendo que no tenía prejuicios por su relación con el tipo del sombrero. Jolyne había pasado de pensar que salía con Trish a pensar que salía con Mista, para regocijo de la pelirrosa y horror de los dos hombres. 

De nuevo hizo irse a todo el mundo de su despacho, la ayuda era peor. Si no había calculado mal, en ese mismo momento estaría en pausa para el almuerzo, si es que no había terminado ya las clases por hoy, osea que la llamó.

-Jolyne, disculpa -para un momento sin saber como aclarar el lio, sin más le soltó- No soy el novio de Mista ni de ningún hombre.

-Perdona Giorno, había olvidado como eran los italianos con estás cosas... -dijo más para si que para nadie.

-Ni de Trish, ni de nadie, yo... -intentó aclararle.

-¿Eres asexual? Ey, está bien, no tienes que explicarme nada, lo respeto.

-No, lo que yo quería decir. No salgo con nadie, ahora. Lo he hecho en el pasado y quizás lo haga en un futuro, espero, pero ahora estoy libre. No es que tenga a nada en contra de las relaciones o de...

-Giorno -la chica empezó a reír, aunque no detectaba malicia en su tono- Te he entendido. Tienes una relación cercana con ellos y no pasa nada, la gente también pensaba que estaba liada con mi amiga Ermes. O con Anansui. Por favor, hasta él lo llegó a pensar... El caso, tranquilo, no pensaba chismorrear con nadie sobre tu orientación sexual, estoy demasiado ocupada con el ensayo que tengo que escribir...

El cambio de tema fue magníficamente recibido. Y mientras Jolyne caminaba de vuelta a casa le habló a Giorno de su ensayo y de como no tenía idea de como abordarlo. De camino un coche pasó demasiado rápido saltando un paso de cebra, no pasó nada salvo que Giorno le enseñó un buen repertorio de insultos en italiano nuevos para su divertimento. Incluso subió las escaleras del edificio en lugar de en el ascensor para no perder la señal, porque ahora ella le estaba enseñando sus palabrotas favoritas americanas. Rebuscó en la cocina con el manos libres, había quedado bastante del bento. Giorno, con la voz cargada de dramatismo, le anunció que había quedado para comer con un socio en un restaurante. Le preguntó que si quería algo y ella, continuando con la broma, le dijo que un buen postre le vendría bien para trabajar en su ensayo.

La chica del pelo bicolor había comido bastante orgullosa de como le había quedado y se puso a tirar un montón de libros al lado de su portátil, dispuesta a comenzar con su trabajo y a poner música para animarse, aunque de verdad le habría gustado algo de postre. Entonces un ruido llamó su atención, un pájaro golpeaba frenéticamente su ventana. Al abrirle se fue directo a la mesa donde se convirtió en un tiramisú en un elegante plato.

El bello y la bestia (Giorno x Jolyne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora