With ivory skin and eyes of emerald green

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Después de la vergüenza inicial y gracias a la intervención de Polnareff la situación se había acabado resolviendo. Resultaba que Jolyne había visto a Gold Experience cuando se manifestó para curarla y su experiencia la hizo reaccionar automáticamente y atarlo antes de que pudiera atacarla. Giorno estaba seguro de que podría haberse soltado de haber querido si no hubiese reaccionado con tanto fervor fisiológico ante ser apresado por ella.

-A ver, que yo me aclare, tu eres la chica Joestar -dijo Mista- que iba a venir a estudiar a Nápoles sobre la que nos avisó los de la fundación esa...

-Speedwagon -le acotó Polnareff desde la mesa, al lado de Jolyne.

-Como sea, pero nos dijiste que te llamabas Cujoh.

-Mi nombre es Jolyne Cujoh, Joestar es mi bisabuelo Joseph -repitió exasperada Jolyne con los brazos cruzados- La última Joestar de apellido es Shizuka y es adoptada. 

-Hablando del viejo, ¿está bien mi querido Joseph? -le preguntó con interés el francés.

-A nadie le importa ese viejo ahora, estoy interrogando a la chica -se plantó Mista.

-Ese viejo es Joseph Joestar y ha salvado el mundo en incontables ocasiones, mocoso irrespetuoso -le replicó la tortuga.

-Dos es un número bastante fácil de contar -canturreó Jolyne aburrida- Sin quitarle mérito al viejo, claro, yo soy la primera que quiere mucho al bisabuelo. Por cierto, lo primero que hizo al enterarse de que tenía un stand fue enseñarme a hacer trampas al póker con él, si eso responde a tu pregunta de como está.

Giorno había recuperado todo lo que pudo su dignidad y se encontraba sentado en su posición de jefe marcada por el asiento en la habitación. No había querido implicarse demasiado en lo que significaba que fuesen a mandar a un miembro de esa familia con la que parecía conectado, por lo que simplemente ofreció su apoyo en caso de que la chica necesitase algo con la esperanza de que realmente no tuviese que cruzársela. Y ahí la tenía, al parecer con más en común que él con uno de sus más queridos consegliere y siendo más poderosa de lo que le habían advertido. A grandes rasgos Polnareff ya le había contado la historia de El Cairo y lo que pasó con aquel que era su padre, sabía que eran gente poderosa, pero no se imaginaba ser inmovilizado con esa rapidez y fuerza, no solamente su stand, sino ella. Después de soltarlo la había visto enrollarse la pierna con esa especie de cuerda que salía de ella, sería su stand. Pero aun así la zona parecía inflamada todavía.

-Señorita Cujoh, ¿me permite curarle la zona afectada? -Giorno lo dijo tratando de adoptar su pose de capo respetado.

-¿Un stand de curación? -preguntó ella, el asintió sin mucha seguridad pues no era del todo así- Como el tio Josuke entonces. O como F.F. Señor Giovanna, la gente con stands de curación suelen ser personas de corazón puro y, sumado a lo que dice el tio PolPol y a la investigación de la fundación no tengo más remedio que confiar en usted. Aunque realmente esto no es nada, es un rasguño.

-No te leíste el informe que te dieron para venir, ¿verdad? -le preguntó Polnareff conociendo la respuesta.

-Yare yare, acabo de salir de la cárcel, salvar a mi padre y creo que al mundo, no tengo la cabeza como para andar leyendo los jodidos informes PolPol. Antes eras más divertido. 

La tortuga siguió alegando que seguía siendo divertida un buen rato mientras Jolyne se quitaba la gabardina de marca. Debajo llevaba una sencilla falda vaquera y una camiseta con estampado de mariposas, parecía muy fuera de lugar rodeada de tanta gente trajeada. Giorno mientras esperaba tratando de calcular mentalmente como de parientes eran sabiendo que igualmente tenía un gran problema encima.

Estaba tan abstraído que antes de darse cuenta a Jolyne le faltaba media mano que estaba atando a Mista mientras Polnareff le mordía y las Sex Pistols... Se reían. Estaba atacando a su portador, aunque fuese en una broma, y los pequeños stands parecían tranquilos. Había algo en ella que transmitía confianza. En algún momento Mista le había dicho que lo de los hilos era un poder inútil y había tardado tan sólo unos segundos en atarlo y robarle la pistola.

Al final Giorno se vio curando la pierna de Jolyne y el dedo de Mista. Al ofrecer un aperitivo Jolyne se mostro encantada de ver comer a las pequeñas balas y les ofreció de su plato. Mista no lo dijo en voz alta, pero sabía que al menos Número 3 estaría dispuesto a entrar en combate por la chica Cujoh con Giorno llegados a ese punto. También que sería una gangstar estupenda de querer serlo. 

Al final, tras confirmar que la mujer había usado el informe de la fundación sobre Passione para parecer ocupada cuando un señor pesado intentó hablar con ella mientras se contenía para no pegarle se decidieron a contarle que hacían exactamente. Giorno estaba orgulloso de en que se había convertido su organización y como al menos habían conseguido eliminar la venta de drogas para los niños y como había vencido a Diavolo, aunque sin dar todos los detalles. El orgullo llenaba su voz y Jolyne se arrepintió de no haber leído el informe, aunque así era mucho más interesante. 

-Así que de carterista a jefe de la mafia. Ey, no juzgo, yo estuve detenida ya con catorce  y a los 19 en la cárcel. Hablando de carceles creo que mañana empiezo a ir a clase, osea que debería irme ya, gracias por la curación y todo eso -soltó a Polnareff dando un beso como el de una mariposa sobre su cabeza- Adiós tio Pol, creo que ya sabes donde encontrarme.

Obviamente la idea de dejarla ir sola ni pasó por la cabeza de Giorno, que tras mucho insistirle consiguió que al menos aceptase que uno de sus conductores la llevase a su residencia. No insistió en acompañarla pese a sus deseos pues seguramente estaba cansada y acababa de conocerla. Mista se fue a cumplir sus obligaciones, aunque estaba convencido de que a lo que había ido era a contarle todo lo sucedido a Trish y a Fugo. Desde que había vuelto al grupo la relación entre los dos era tensa, pero estaba seguro que no tanto como para no contarle que lo habían atado en su propio despacho. Claro, seguro que la parte en la que lo había inmovilizado en segundos se la saltaba.

-Cielos, Jotaro va a matarte.

Giorno miró a la tortuga, tampoco es que estuviera haciendo caso de todo el papeleo que tenía encima de la mesa por mucho que se esforzase.

-¿Por qué iba a matarme el señor Cujoh?

-Jolyne era una niña pequeña preciosa y alegre, ¿sabes? Me gustaba molestar a Jotaro diciendo que sería la mujer más hermosa del mundo. Son los genes Joestar chico, no dudo que Dio fuese atractivo, pero la herencia Joestar también te ha pegado. Y a Jolyne desde luego. Recuerdo que me parecía super injusto como todas las mujeres se fijaban en Jotaro sin que hiciese nada y como bromeábamos con que debería tener una hija a la que le pasara lo mismo. Y con los años nació Jolyne... -su cara era una mueca divertida, al menos todo lo que podía serlo en una tortuga- Es como el destino o algo, si te paras a pensarlo. Pero no creo que Jotaro piense en eso, como vea como miras a su hija solamente va a pasarle una palabra por la cabeza, ¿sabes cual? Ora.

La tortuga se rio como si fuese el chiste más gracioso del mundo mientras Giorno ponía los ojos en blanco. Dejó con discreción los papeles a un lado y cogió otros, está vez de la Fundación Speedwagon. 

El bello y la bestia (Giorno x Jolyne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora