12. La declaracion.

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Al término de la comida, Chris se había retirado al estudio para retomar los asuntos pendientes de su corporativo, Kaitlin por lo tanto subió a su habitación para darse una ducha y escuchar música dentro de su habitación.

Eran las 6:30pm cuando Chris salió del estudio, a pesar de tantos números en que pensar, su semblante no demostraba cansancio, al contrario salió con una sonrisa inquietante. Durante ese lapso de tiempo se le había ingeniado preparar algo sorpresivo para Kaitlin. Así que al cerrarse la puerta del estudio, notó que se expresaba la misma tranquilidad como todos los días en la Mansión.

—¿Necesita algo, señor? —Preguntó el mayordomo mientras su persona se revelaba sobre la tenue luz que había en la sala.

—Tengo una brillante idea Fedrich, —Contestó maravillado— Kaitlin recibirá una sorpresa esta noche.

—¿En que puedo ayudarlo, señor? —Respondió Fedrich.

—Necesito que actives todos los programas de sonido hacia el jardín del lado norte y dile a Vanesa que me traiga todas las velas que encuentre en la bodega; debería de haber miles ahí —Dijo, mientras seguía pensando como armaría un espectaculo— !Ah! —recordó— y otra cosa. Podrías decirle a Karla que cocine algo delicioso para la cena. —y al haber dicho esto se dispuso para ir a su habitación.

—Como usted ordene, señor —Se movilizo el mayordomo.
Vanesa y Karla hicieron como se les ordenó porque el tiempo de la cena estaba por llegar.

Al entrar a su habitación se sentó junto a la cama, y repentinamente se borró la sonrisa que hace unos instantes lucía en su rostro y se miró las manos, estaban suabes como siempre, no había porque estar triste, solo una mala tarde que quería arruinar su noche, pero no lo permitiría, así que respiró ando y se levantó para ir a la ducha.

Un baño con agua caliente me vendría muy bien —pensó.

Las duchas eran sus momentos favoritos, bañarse bajo una cascada de agua aliviaba todos sus malestares, pero sobre todo se tomaba el tiempo necesario para pensar en su vida personal.
Al terminar de ducharse salio para vestir casual y ponerse su camiza favorita para esa noche que consideraba tan especial.

La administradora por su parte, subió a la habitación de Kaitlin para decirle que la cena estaba lista.

"Desde que llegue aqui nunca hemos cenado" —pensó al mirar extraña a la adminsitradora.

—La cena es en el jardín, el señor Sttaphor la esta esperando.

—Ire por mi abrigo, en un momento estoy ahí —respondió sin cuestionarse y accedió al llamado.

—No esta pensando bajar a cenar de esa manera —espetó la francesa mirando de pies a cabeza las fachas de Kaitlin.

—¿Por qué? —cuestionó sorprendida, había pensado ponerse su abrigo sobre sus pantalones de licra que combinó con una camiseta blanca esa tarde.

—El señor Sttaphor tiene la costumbre de vestir de gala en todas las cenas —Inquirió la rubia— No estaba pensanso bajar así, verdad —La administradora se mofo de tal incredulidad de Kaitlin.

— Para nada, yo iré a cambiarme —Respondió Kaitlin para después cerra la puerta.

Kaitlin corrió hacia el vestidor para buscar el mejor atuendo de esa noche, se dio cuenta que en el closet no tenía mucha ropa del que ponerse. Necesitaba ir de compras urgentemente.  Eligió un vestido púrpura y se sostuvo su largo cabello en media cola, dejando lucir los pendientes de oro que el mismo Chris Sttaphor había seleccionado en una costosa joyería dónde podía hacer compras en línea.

Abrázame... En mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora