...Mamá...
...Mamá...
...¿Dónde estas?...
...Vuelve...
—¿Dónde esta que lleva días sin venir?
Martins se encogió un poco en su lugar. Sweet le lanzaba una mirada severa.
—¿y bien?—. Amy desvió su mirada a todo lado posible menos su jefa antes de suspirar. Acomplejada, susurro una disculpa a nadie en especifico y le hizo una seña a la mayor, pidiendo que fueran a un lugar mas privado. Entonces, notando la creciente importancia, la mayor accedió. Ambas dieron rápidos pasos hacia el pasillo. Seguidas por la mirada curiosa de una pelirroja.
Algo le decía que no tenia razón alguna para escucharlas. No vas por ahí inmiscuyéndote en problemas ajenos... pero..
Pero se trata de Torny.
Y de su repentina falta al trabajo. De que ya no escuchan su voz por las tardes. De que ya no viene el chico guapo, ni el pequeño niño. De que Amy llega y se va sola con la misma expresión de angustia, que oculta bajo una sonrisa forzada.
Y lo sabe. Sabe que no le incumbe, que de alguna forma debería sentirse alegre de no ver a la chica con la que su ex pareja le fue infiel. Pero le preocupa ¿Por qué le preocupa? Eso, es lo que le pregunta a su hermana cuando, entrada en la noche, se encuentra tomando un café en su cocina. Con las palabras de Amy Martins grabadas en su mente, palabras que, supone, no debió escuchar.
Ahora la atormentaran durante la noche."Ella y yo, fuimos al centro comercial. Quería darle un regalo a su hijo porque cada vez habla mejor... cuando íbamos de salida, había mucha gente. Yo le estaba explicando algo sobre una máquina de palomitas que compré... y entonces sentí como se le caían las bolsas."
"Volteé, la pelota saltarina que compro rodaba por el suelo. Ya no había rastro alguno de Torny... solo, desapareció entre las personas... no vi nada, no se si se fue, si se la llevaron... no se nada. Se esfumó, se la tragó la tierra."
—cuando parecía ponerse a llorar, me fui.. no quise seguir escuchando—. Levanto la mirada entonces viendo finalmente la pantalla de su celular que, apoyado en un pequeño soporte, mostraba a su hermana en la pantalla. Una chica, mayor, igual de pelirroja que cocinaba en lo que prestaba atención a la video llamada.
—¿qué es lo que te tiene acomplejada?
—no lo sé, no entiendo el por qué me preocupa... es extraño, ella... ¡yo la odio!
—¿la odias? ¿En verdad odias a esa chica Kate? ¿O estás molesta con el hecho de que tu ex estaba más enamorado de ella que de ti?
Su ex...?
Su ex.
Thomas.
¡Eso es!
—Mary, te llamaré mañana para explicar... tome una decisión.
—decisión.. me gusta esa palabra. Pero ten cuidado por donde te metes.
—créeme que será lo primero y último que haré, este capítulo de mi vida cerrará pronto.
Uno, dos, tres, cuatro golpes.
Los ojos inyectados en furia.
—maldita, maldita, maldita, MALDITA PERRA.
Un quejido escapa de unos labios secos, un hilo de sangre cae por la comisura. La piel tersa y blanca está manchada, magullada, moreteada y lastimada. El cabello está enredado, gris, opaco.
Respira entre jadeos e inconscientes intentos por alejarse, completamente inútil. Siente como la sujeta del cabello. Se queja.
—vamos.. dilo, DILO ESTÚPIDA. DI DONDE ESTÁN LOS ARCHIVOS, HABLA MIERDA.
La ve como se esfuerza por no sucumbir a los maltratos. Se enoja. Joder como se enoja. Quiere romperla ¡¿Por qué no puede romperla?! Jadea y gruñe con la respiración acelerada. Da otro tirón y se agacha acercándose al oído de la muchacha.
—pídeme que pare... y lo haré... ¿no añoras tu muerte? ¿qué es lo que te tiene tan fuerte?
Limpio el movimiento que realiza para obligarla a apoyarse en el, roza el rostro contra su mejilla. Ella hace un intento por alejarse que no se puede denominar en nada más que mediocre.
—tan salvaje... ¿por qué tus ojitos no han perdido el brillo?
Desliza la mano libre por los labios rotos, por el cuello marcado. Sujeta uno de sus pechos y ella se tensa. —¿qué pasa? ¿Tienes fuerza aún como para ponerte así?—. Aprieta y masajea con brusquedad, a lo que ella solo puede quejarse y moverse, murmurando ilegible que no la toque. —te asquea... ¿verdad? ¿Ese es un temor latente? —. Desfila una sonrisa retorcida en lo que deja de manosear, baja entonces la repulsiva caricia por la cintura al vientre. Hace ademán de avanzar más y ella vuelve a hacer el esfuerzo por alejarse. No quiere que la toque.
No puede permitirlo, no importa lo débil que esté. No puede hacerlo, el no puede.
No puede. No va a torturarla así, profanandola. No va a caer tan bajo ¿verdad?
¿Verdad?
—...¿jefe?
El hombre se detiene, por acto reflejo aleja la mano intrusa. Gruñe haciendo notar su molestia y la suelta bruscamente dejándola caer al piso. Ella suelta el poco aire que estuvo manteniendo y jadea tratando de respirar con toda la normalidad que el estado de su cuerpo le permite.
—¿qué pasa? Habla rápido.
—tiene una llamada en curso, es el comité.
Gruñe otra vez, siempre lo molestan cuando esta ocupado. Empieza a caminar para salir de la habitación. Cuando pasa junto al chico que le interrumpió sujeta el cuello de su camisa y lo jala.
—ella, asegúrate de que se duerma y llévala al cuarto 2B.
—si señor.
—y escúchame bien, como tú o el idiota que tienes de compañero se atreva a tocarla, no tendré reparo en cortarles el pito.
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♡ Una Mujer -tomtord- ♡
Fanfiction[𝔼𝕎] "Pasado pisado". Eso es lo que aplico en su vida, después de todo, otro de sus enemigos le dio la oportunidad. ✩。:*•.───── ❁ ❁ ─────.•*:。✩ t o m t o r d Dibujo de portada por @TORDnadoZ Fem! Tord Esta historia está CONCLUIDA, no se actualiz...