♡ Una Mujer -tomtord- ♡

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Si, aquel día dejo una marca en Torny. En su corazón y en sus recuerdos.

—gracias por cubrirme Amy, no suelo despertarme tarde pero no dormí muy bien.

—no te preocupes, la jefa esta en entrevista.

Esa mañana llego tarde por haber estado reparando su brazo durante la madrugada. Increíble que un tornillo suelto fuera tanto problema.

—entrevista? ¿para que?

—trabajo, vino una chica por la bacante de camarera.

Dejo su bolso en el respectivo estante y con rapidez fue a cambiarse de ropa. Saliendo de los camerinos se dispuso a comenzar a atender a los clientes. Una, dos, tres, cuatro mesas y contando. La chica que venia por el empleo aun no salia de la oficina de la jefa. Torny se preguntaba porque tardaba tanto.

El tiempo pasaba rápido para ella y sus compañeras de trabajo. Pronto llego su hora de descanso, destinada a almorzar. Fue así que la de cuernos dejo su libreta y su lápiz a un lado para caminar por un pasillo al fondo del local, a la sala destinada al descanso de los empleados.

Y si era la sala de los empleados... ¿que hacia Tom allí? Cuando lo vio sentado solo en una de las mesas del fondo, aislado de un par de cocineros y una camarera, se quedo estampada en su lugar. Apretó sus puños, sujetando con mas fuerza la bolsa en la que traía su comida.

—Torny?—. Su amiga brasileña la miraba extrañada. —esta todo bien?

—si—. Le respondió con el ceño fruncido. —todo perfecto—. Inhalo profundo y fue a sentarse para comer, Amy la siguió en silencio hasta que estando ambas sentadas se atrevió a preguntar. 

—es por ese chico del fondo?

—recuerdas cuando nos siguieron aquella vez?

—si.

—pues te presento a Tom, el idiota mas grande de todo el jodido mundo. 

Amy simplemente ladeo la cabeza y se volteo ligeramente para ver al susodicho. Fue la primera vez que la de cabellos rubios vio a aquel de cuencas y solo pudo pensar en una cosa.

—oye Torny..

—que?

—el te gusta?

El tenedor callo de la mano de Torny, se quedo estática. —¡¿QUE?!—. Al instante se puso de pie y golpeo la mesa con las palmas de sus manos. —como crees que..?!... ...—. Guardo silencio un poco y luego se inclino un poco en la mesa. —como crees que me podría interesar en alguien como el?

Amy sonrió. —no lo se.. muestras demasiado odio como para que sea verdad.

—pues lo odio mucho.. lo detesto—. Murmuro la noruega sentándose nuevamente y cruzándose de brazos. —arruino mi vida.

—el la arruino o te la arruinaste sola?

—ah.. cállate..

Ambas dejaron escapar risas y luego solo siguieron comiendo sin decir nada. Todo estaba bien, exceptuando el hecho de que la muchacha de cuernos tenia un notable sonrojo en la cara, cosa que su amiga no quiso revelar para no provocar otro mini escándalo. Rato después de eso los otros trabajadores se marcharon, ya que su descanso había acabado, dejando a las chicas comiendo y al británico en el fondo solo.

Todo normal, hasta que minutos antes de que tuvieran que regresar a sus puestos, apareció su jefa en la habitación junto a otra chica. La mujer de mayor edad se acerco a las camareras mientras que la otra muchacha fue directo con Tom.

—que tal?—. Hablo la superior.

—como esta señora Sweet?—. Respondió la latina.

—cansada, fue la entrevista mas larga que he dado...

De esa forma se enfrascaron en una conversación en la que Torny no quiso entrar. En cambio, prefirió mirar disimuladamente a la chica que no conocía. Pelirroja, de ojos cafés, estatura promedio y una sonrisa de tiburón. Nada con lo que ella no pudiera competir... alto, ¿competir? Frunció el ceño al notar en lo que estaba pensando, agito un poco su cabeza tratando de concentrarse pero al levantar la mirada vio que la parejita estaba a punto de besarse.

Su cara de poker estuvo a punto de desaparecer. —eh.. Amy, ya termine de comer—. Miro a su compañera y noto que fue ignorada ya que ella conversaba felizmente con su jefa. —...si.. ya me voy...—. Se levanto, tomo sus cosas y se fue. Al atravesar la puerta se recargo en la pared, se puso una mano en el pecho y respiro profundo. —que me pasa?...

El incomprendido latir acelerado de su corazón solo era una de las primeras señales. La cosa empeoro cuando rato después estaba a punto de subir al escenario a cantar su primera ronda y Tom paso a su lado con su novia. Y es que mientras Torny conversaba con uno de los músicos, el de cuencas le paso un papel sobre la marcha de sus pasos, sin dar opción a reclamar. Lo que decía solo logro sembrar duda en la protagonista.

"¿acaso tu corazoncito de metal late por mi ahora? >:)"