Secretos: Draco Malfoy y tú

XXVI

—¡Robert, por favor!

—Lo lamento Marie, pero es momento de que las cosas cambien 

—¿Qué te han hecho?

—Me temo que nada, fuiste muy tonta al confiar en mí, quisiera ver la expresión de Black en estos momentos 

—¿Black?— Marie estaba confundida —¿Qué tiene que ver con esto?

—Todo tiene que ver, decían que eras la mejor bruja de tu generación al igual que Lily Potter, pero ahora... Sólo serán un recuerdo

—¡No lo hagas!— gritó al verlo 

—No tengo opción, las cosas deben de ser así, ya tengo a tu hija

—¿Por qué nosotras?

—¿Por qué?— se burló de aquella pregunta —Por ustedes corre la sangre de los Gaunt, son herederas de Slytherin, el peor error de tu familia fue unirse con magos poderosos, él quiere tenerlas de su lado, así al fin podrá regresar.

—Tú no— le decía la mujer dolida —Por favor, tú no eres así

—Mi familia fue repudiada, por quienes pensaban que Grindelwald era el villano, por eso llegué aquí, para huir de ellos, ahora entiendo lo que mi familia desea, debemos prevalecer 

—No eres como ellos

—Lo soy, quiero ver a todos los que hicieron sufrir a mi familia caer, a quienes se creen con el poder de decidir qué es bueno y qué es malo 

—Por favor, _____ no merece esto, ella es tu hija

—Ojalá fuera cierto— le dijo el hombre mientras sacaba su varita de nuevo —Así, ella podría decidir por su cuenta, ahora solo queda que despierte para que sea diferente

—¿Qué le hiciste?— Preguntó Marie con miedo, estaba acorralada

—Desde antes de nacer la he preparado— le dijo él con orgullo —He podido alterarla, hacerla poderosa, como él 

—No entiendo... Juraste cuidarnos, después de lo que pasó con Sirius 

—Niña tonta— le dijo él burlándose —¿En verdad pensabas que te amaba?

—No seas cruel— las lágrimas comenzaron a salir 

—Sé que nunca me amaste, seguías pensando en él— el rencor era evidente en su voz

—Por favor Robert, no hagas esto

—Ya es tarde, tú no nos sirves ahora, solo debo de eliminarte

—Por favor...

—Avada Kedavra

_______ abrió los ojos de golpe, sentía dolor en todo su cuerpo, la voz no salía, ni siquiera podía gritar, a su alrededor todas dormían plácidamente, aún así no podía moverse para pedir ayuda. 

—______— la voz preocupada de Daphne la hizo relajarse un poco, su cuerpo se mantenía rígido pero aquella imagen del rayo verde había desaparecido 

—Mi madre...

Daphne se acercó a ella, la abrazó para tranquilizarse —Fue solo un sueño