Capítulo 6: Permiso indirecto

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-¿Por qué nos has hecho confíar en ella hasta ahora?

La pregunta quedó en el aire unos instantes en los que Hugo Weasley recapacitó. ¿Debería haberla reformulado? ¿O debería haber sopesado que quizás Charlotte Breedlove estaba tan sosprendida como ellos?

Debido al estado de Cornelia Brooks, quien, tras unos días después de su llegada -la cual sabían realmente unos contados alumnos entre los Guardianes hasta que la situación se estabilizara; Hugo Weasley le había estado dando vueltas a la lealtad que habían mostrado hasta entonces hacia Ivonne Donovan. Lola les había contado -más bien le había contado a James Sirius Potter y su primo se lo había contado a él y al resto de profesores, pues no le importaba decir «estaba harta de confiar en magos y brujas viejos que acaban matando a su familia» -que Brooks había estado bajo la influencia de la maldición Imperius durante meses en los que Ivonne Donovan la había torturado psicológicamente. O eso afirmaba ella. Pese a que Madame Longbotton no dudó en su palabra, Hugo Weasley aún esperaba a que Brooks se recuparara de las heridas que la habían postrado en la camilla durante días con el fin de que fuera ella quien le aclarara las cosas. Incluso si James Sirius Potter le había advertido que no molestara a Brooks. Él tenía un trabajo que hacer y su primo no iba a impedírselo.

Más Hugo Weasley era Ravenclaw. Y la curiosidad que conllevaba haber sido seleccionado en aquella casa le consumía por dentro conforme pasaban los días. Fue por esa la razón por la que se puso en contacto con Charlotte Breedlove. Quedó con ella en Cabeza de Puerco. Un jueves por la tarde, cuando las clases ya habían acabado.

En efecto, aquello estaba terminantemente prohibido. Pero, ¿no debió el director Longbotton tapar los pasadizos que conducían a Hogsmeade si verdaderamente quería prohibir aquello? ¿O era un permiso indirecto a aquellos que conocían aquellos pasajes?

Fuera como fuere, se llevó a sus dos mejores amigos. Quienes estaban sentados en una mesa en el otro extremo del lugar. Lorcan Scarmander y Sebastian McKing. Hugo Weasley contaba con la capacidad análitica de Lorcan para estudiar la situación y las posibles amenazas mientras él mismo hablaba con Breedlove. Hugo Weasley se había llevado a McKing dado que era el que les sacaría de allí en caso de problemas. No le había dicho nada a James -no tenía que informarle de todo lo que hacía y estaba bastante ocupado (tanto que incluso ni siquiera aparecía por Enfermería para ver a Brooks, algo que a Hugo Weasley le sorprendía y que no sabía si asociar a su ajetreada agenda o a su miedo por sus propios sentimientos). Tampoco le había dicho nada a Lily -su prima era de todo menos lo apropiado para ir de incógnito -ni a Lyslander -y supuso que dada la tendencia de Lorcan a ser honesto con su día a día frente a su hermana, le supondría otra semana sin que Lys le dirigiera la palabra. Las cosas que Hugo Weasley hacía por salvar al mundo mágico.

-Los lazos emocionales hacen a las personas impredecibles, Hugo -Fue la respuesta de la señora Breedlove. -Pero no, nunca os dije que confiaras en Ivonne... De hecho, todo lo contrario.

Hugo asintió. Sabía aquello y lo recordaba. Pero lo que no lograba entender era cómo Breedlove había accedido a que el Temple la acogiera. Si era una bruja muy poderosa y a la vez peligrosa para ellos, ¿por qué la necesitaban? ¿No podía protegerse ella sola del Ojo? Había demostrado que lo sabía hacer.

-Es curioso... -Comenzó a decir Hugo. -Porque justo cuando Ivonne Donovan se va... Es cuando tu decides hacer tu aparición en el Temple -Puntualizó con los ojos entrecerrados.

Había aprendido a desconfiar de todos los magos y brujas. Charlotte Breedlove nunca le había dado un motivo para perder la confianza. Pero aquello que acababa de señalar había encendido una alarma en su cerebro.

La mujer le sonrió con candidez. Le dio un sorbo a su cerveza de mantequilla. No apartó los ojos de Hugo Weasley. El joven se apretó su corbata de color azul sobre su cuello para darse más seguridad. Podía ser un mago prometedor, pero era consciente de que acababa de acusar a una bruja que pertenecía a lo que las profecías llamaban «Guardianas de la Magia».

La tercera generación VWhere stories live. Discover now