En menos de un mes, se decidió la Copa de Quidditch. Cualquiera que conociera lo básico del Quidditch, habría apostado todos los galeones que tuviera a que la Copa la iba a ganar Hufflepuff aquel año. Había destrozado a Slytherin -pobre Albus Severus Potter. Nunca tendría una posibilidad de ganar si se enfrentaba a Lyslander Scarmander. Pero, ¿entre mentor y aprendiz? Aquel día todos estaban ansiosos por saber quién vencería. El Premio Anual, James Sirius Potter, o Lyslander Scarmander.
Era el último partido que James había jugado en Hogwarts. Y, por supuesto, buscar la Snitch junto a Lyslander había sido todo un honor. ¿Quién sabría cuándo podría a volver a jugar al Quidditch? ¿O si volvería a hacerlo? Había dado todo su potencial. Sintió el apoyo, en todo momento, de sus compañeros de equipo. Vio la complicidad entre los mejores cazadores que Hogwarts tenía en ese instante. Los siguió varias ocasiones, mesmerizado por su estrategia. Por cómo estaban compenetrados Rose Weasley y Scorpius Malfoy -mientras eran asistidos en todo momento por Rick Carter. Vio a Camrin Trust proteger las quaffles. A Sebastian McKing batear con solo un poco de menos intensidad que Lily Potter, mientras hacían bromas.
James no les había dicho que, en unos días, todos los miembros de su equipo serían llamados para proteger a Londres del Ojo. Les había dejado los días que les quedaban en paz. Les había dejado disfrutar de un último juego. Había hecho prometer a Frank Longbotton que no les dijera nada.
Gryffindor había ganado. Otra vez. Y James sabía que sería la última vez que lo haría hasta que Lyslander Scarmander se fuera de Hogwarts. Porque él era el único buscador que podía superarla... Solo porque tenía unos años más de experiencia y su escoba era de mejor calidad. Sabía que los cazatalentos de las Harpías Hollyhead tenían pensado en comprarle una escoba a Lyslander... Pues le habían preguntado a él por consejo. Eran las antiguas compañeras de trabajo de su madre, después de todo.
Como era tradición para los Guardianes de Hogwarts, la fiesta de celebración... Acabó en la Casa de los Gritos. Sí. Aquel año no la utilizaron tanto... Pero Peter Greenwood ya había planeado todo sin consultárselo al dueño -el profesor Edward Lupin, por cierto -y nadie iba a decirle que no. Es decir, ¿qué joven entre once y diecisiete años diría que no a una fiesta?
Habían invitado a más personas que no eran del Temple, ni conocían nada, pues... Era una fiesta, ¿no? Además de los de siempre... Que no eran pocos y se habían desmadrado rápidamente... ¿Qué había pasado con la resistencia al alcohol en Hogwarts? Lily y Lys estaban literalmente intentando colgándose de una lámpara. Su hermano Albus se había unido al grupo que estaba bailando en el centro -y tenía todas las dotes de su padre para bailar... Por tanto, sí, daba vergüenza ajena verlo bailar con Scorpius Malfoy, Peter Greenwood, Sebastian McKing, junto con Bárbara Coleman, Janet Rossen y Ellie Coleman. Rose Weasley estaba bailando con Lola Brooks. Y bebiéndose todas las reservas que había proporcionado Peter Greenwood misteriosamente. Cantaban y chillaban la canción muggle que fuera. Lorcan Scarmander y Hugo Weasley estaban jugando a un juego muggle de bebidas que había propuesto Camrin Trust. Rick Carter parecía ir ganando al juego... Probablemente por que el equipo opuesto de Lorcan y Hugo no eran ni atléticos ni estaban en sus mejores condiciones. Los hermanos McGregor estaban hablando con los recién llegados y ofreciéndoles bebidas. Tim Marrs seguía con su traje de Inefable. Había traído a Monique Jordan, a Chris Nott y a David Morrit. Decía que eran los únicos que se encontraban disponibles. Hasta que Rogers entró con Bea Fenwick con más botellas para vaciar. También estaba Bella Zabini, quien se había sumado al baile de Lola Brooks y había dejado a Rose Weasley deambular de nuevo hacia las bebidas. Callan Morrit se estaba escondiendo de su hermano. Frank Longbotton se estaba riendo con Cornelia Brooks de Lily y de Lyslander.
Les estaba dejando ser feliz. Por lo que había decidido observarles desde el porche. En la distancia. El conocimiento les separaba. Estaba preocupado por todos ellos. Estaba preocupado por el hecho de que Theia Daphne Malfoy hubiera ido a avisarles de que estaban en peligro. De que, en su futuro, Morgana volvía... Y si no había mencionado nada más era porque no había logrado cumplir con su misión. Había tantas cosas que tenía que preguntarle. Otra cosa que le preocupaba era el hecho de que Remus Lupin también hubiera vuelto del futuro para asesinarles a todos -o algo más suave le había contado su padre.
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La tercera generación V
RandomLa nueva generación se enfrenta una guerra que se acaba de desatar. Las profecías se están cumpliendo y están favoreciendo a la oscuridad. ¿Les espera un mundo oscuro? ¿O podrán cambiarlo?