Capítulo 7: Explosión mental

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-¿Otra vez? -Preguntó su hermana. Estaba intentando no reírse. Porque, bueno, estaban en el despacho del director. Y, si había aprendido algo después de aquellas semanas, era que Cornelia Brooks era la alumna ejemplar que jamás soltaría una risita en el despacho del director de Hogwarts. Ni cuando a su hermana se le desorbitaran los ojos. -¿Por qué estás haciendo eso otra vez?

-¿Tiene problemas mentales? -Pregunto la voz del cuadro.

O, más bien, el retrato que se movía. Y que podía ir de retrato en retrato. O sea. ¡Ni en la mejor ciencia ficción! Había que decir que saber eso y temer encontrárselo de noche había sido todo un panorama que afrontar... ¡Pero es que dormían de noche! ¡Los muy malditos!

Lola había cogido la manía de exasperarles. Porque, sinceramente, sabía que no podían lanzarle un hechizo de vuelta. Como podría hacerle un mago de verdad. Oh, definitivamente no era Gryffindor.

-Te lo he dicho un millón de veces, Lía -Le replicó a su hermana. -Me críe en el mundo muggle y tengo diecisiete años... ¿Cuadros vivientes? Es lo más parecido a ir a Disneyland -Le confesó. -Y aún no me has enseñado el resto de Hogwarts...

-Oh, Godric...

Supo que su hermana temía aquel momento. El día que saliera de Enfermería y tuviera que hacerse cargo de ella. Y no podía evitar sentirse culpable. ¡Pero tampoco podía evitarlo! ¡Ni controlarse! Supuso que tendría a esos repelentes amigos como canguros. Se estremeció solo de pensarlo. Los McGregor. Quería escupir bilis solo de pensarlo.

Había consolado a su hermana cuando se enteró de que Susan Jordan -la única amiga de su hermana que merecía la pena en ese universo mágico -había muerto. No le dieron detalles y ambas intuyeron que no los querían saber. Y Lola maldijo para sus adentros cuando se enteró de que Fred Weasley tampoco estaba en Hogwarts. Sus dos posibles amigos allí. Porque el imbécil de James Sirius Potter no se había presentado para verla a ella -su amiga de la infancia -o a su hermana -fuere lo que tuviere con ela. Bueno, tan solo en dos o tres ocasiones. Pero era como que huía de allí. El director Longbotton lo excusaba diciendo que estaba muy ocupado. ¿Qué clase de amigo era ese? Además, cada vez que preguntaba su nombre delante de los repelentes McGregor tenía que escuchar un bufido. Frank Longbotton -quien Lola admiraba secretamente por ser el amante de Cross, la cual era el amor platónico de Lola, por si no lo había dejado claro -decía que Potter era un imbécil. A ver, Lola conocía a James y sabía que era un imbécil. Pero una cosa era que lo fuera y otra que lo demostrara.

Al menos, Lola intuía que había una muchacha en Hogwarts que podía acogerla bajo su ala. Después de todo ella -Lucrecia Brooks Donovan -había sido la que le había enseñado el alcohol. Lola sabía que esas cosas no se olvidaban nunca. Rose Weasley debía tenerla en un altar. Seguro.

Lola se giró hacia un anciano que parecía dominar al resto de retratos. Lo contempló. Y el hombre le devolvió la mirada analítica.

-Joder, Lía... -Se llevó la mano a la boca. No encontró palabras para explicar lo que sintió al verle. Creyó reconocerle. Obviamente el resto de mortales no pudieron haber encontrado a una figura similar. Pero. Era indudable que era él. -Lía...-Le señaló con un dedo tembloroso. Su hermana frunció el ceño. Quizás pensando en cómo demonios iba a saber ella quién era ese mago... Pero, ¿¡cómo no iba a saberlo?! -¡¡¿ES GANDALF?!!

Silencio. Intriga. Lola se giró hacia Cornelia. Esperaba una respuesta y la quería de inmediato.

Su hermana ahogó una risa -de nuevo, despacho del director de Hogwarts, reírse y Cornelia Brooks.

-Ese es el director Albus Dumbledore, Lola -Dijo, escondiendo una sonrisa divertida.

Lola no pudo evitar sentirse engañada y malipulada por los malditos magos. Por supuesto que no serían tan nobles como para tener un retrato del mejor mago de todos los tiempos colgado en el despacho del director de un colegio. En su instituto, tenían a la Reina de Inglaterra... ¿Por qué allí no tenían a Gandalf?

La tercera generación VWhere stories live. Discover now