CAPITULO 6 RESCATAR

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Saliendo de aquel hoyo, observé el panorama, no era nada alentador, a mi izquierda se divisaba a lo lejos un casa abandonada, en frente y a espaldas era puro llano, a mi derecha se podía observar unos hoyos con rejillas como en el que estaba, caí de rodillas implorando a Dios encontrar a alguien vivo, si es que a todos los secuestrados nos habrían traído aquí, ya habían pasado varios meses de nuestra desaparición, caminé hasta el siguiente hoyo con dificultad, cada cinco metros aproximadamente hay uno, me coloque a un costado de la rejilla y aun cansada y mareada, grité si había alguien ahí, nadie me contestó, pude observar un bulto que estaba sobre la cama, me imagino que todos teníamos el mismo estilo de mobiliario en nuestra habitación de este desierto.

Saliendo de aquel hoyo, observé el panorama, no era nada alentador, a mi izquierda se divisaba a lo lejos un casa abandonada, en frente y a espaldas era puro llano, a mi derecha se podía observar unos hoyos con rejillas como en el que estaba, caí ...

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Tenía que intentar llamar la atención de la persona que estaba en la cama, olvide mi tasa, volví a gritar quien estaba ahí, de momento la persona que estaba en la cama me miró, solo alcancé oír con voz temblorosa que dijo ¡auxilio, sáqueme de aquí!, ahora la pregunta era cómo sacarlos si tienen las piernas amarradas a la cama, con mi poca voz le dije que yo había escapado del hoyo anterior, a mi modo le dije como utilizar mi escarabajo y que tuviera paciencia para hacerlo, indicándole que quitara la esposas de sus pies, con cuidado le aventé mi escarabajo cayendo en la cama, le grité con mi poca voz que me avisara cuando se haya liberado, asì le diría siguiente paso para salir de ahí.

Sé que esa persona está más débil que yo, porque ellos ya llevan más tiempo secuestrados, pero gracias a Dios está vivo, ya liberado de sus manos, le comenté que hiciera el mismo procedimiento con las cadenas que estaban en las placas del piso, lo veía más débil que yo, en lo que la persona quitaba los candados de las cadenas, regresé a mi hoyo a tomar agua, seguía estando sucia y apestaba a humedad, lo bueno era que me lavaba la boca con agua. 

Con cuidado y tardando más de lo necesario, subí nuevamente con una taza de agua fresca para el nuevo liberador. Regresé al hoyo de la otra persona, oía que hablaba con poca energía, ya había logrado quitar las cadenas de las placas, quité la rejilla y vi su cara de alegría, me acosté pecho tierra, le indiqué el siguiente paso, ya que había quitado el colchón y colocar la mesa arriba de la cama, con el colchón arriba de la mesa trepó con cuidado, fácilmente esa persona tenía todo su cuerpo fuera, sus piernas no se veían, al mirarme me puse colorada, era un hombre muy atractivo, a pesar de su barba, bigote y cabellera larga, el encierro remarcaba su estado de salud como la mía, me disculpé ya que el olor a orina me causó vómito, desprendía un olor horrible todo él, no me quiero imaginar mi aspecto y olor, a pesar de nuestros olores nauseabundos, sentí sus brazos en mi torso, como si fuera la última persona en el mundo, cuando se separó, tomé la taza con agua y se la ofrecí, le dije salud por su libertad.

─ Soy Anastasia Steele a sus órdenes ¿usted es?

─ Christian Theodore Grey ¿usted es la abogada que trabaja con mi padre verdad?

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