CAPITULO 24 JUSTICIA Y AMOR

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─ "Osita" eres la mujer más sana que hay en Seattle, tus análisis están en buen rango todos, no te preocupes, nada más que te termines el suero podemos ir a casa. ¿A hora porque lloras "Osita"?

─ Porque estoy feliz, mi amor, vamos hacer papás y eso me llena de alegría y no sé cómo demostrarlo, solo con llanto, creo que mis hormonas hacen que llore.

─ Voy a tener en casa una "Osita" dormilona y chillona, pero no me importa, así te amo, los amo.

─ ¿Le avisaste a mis padres y tus padres?

─ No, esa noticia la daremos en pareja, asì que señora Grey, relájese un poco y mientras voy a la farmacia para comprar el Ácido Fólico y el Sulfato Ferroso que te recetaron, en lo que se termina de pasar el suero a tu cuerpo.

─ Si mi amor, ve pero no te tardes, no quiero estar sola. Mientras Christian fue a la farmacia yo me quedé dormida una hora más, cuando desperté Christian estaba revisando su celular, por lo que de inmediato le pregunté si ya nos íbamos.

─ Ya tengo tu alta, estaba esperando que te despertaras, además le pregunté al médico si en tu estado, podíamos seguir teniendo relaciones sexuales, me dijo que si, si había sangrado o dolor, tenía que traerte de urgencia.

─ ¡Christian, por Dios!

─ Te ayudo a levantarte, me dijeron que te sentaras primero, para que no te marearas, te coloco tus zapatos y listo para irnos.

─ ¿Te digo una cosa, amor?

─ ¿Dime?

─ Me siento bien, sin sueño.

─ "Osita" has dormido muchas horas desde que salimos de Corea.

─ ¿Entonces podemos celebrarlo ya sabes como, tengo hambre y no necesariamente de comida?

─ ¿Sus antojos son órdenes señora Grey? ¿Algo más que se le antoje?

─ ¿Podrás regalarme antes de irnos, un beso por favor?

─ ¡Oh por Dios! No te he besado, que tonto soy.

─ Nuestro beso fue apasionado, pero también lo sentí de agradecimiento, no solo él está feliz, yo no quepo en este hospital de la alegría, teníamos muchas ganas de ser padres, llegamos a casa y saludamos a Sony, estaba todo impecable, Christian le diò una hoja, le comentó que llevaría una dieta especial por lo menos un mes, ya después podría comer de todo.

Como llegamos en sábado y salimos del hospital en domingo, hicimos el amor hasta quedar exhaustos, el lunes Christian tenía un reunión importante, por lo que llegaría temprano, para ir a saludar a mis padres y a mis suegros, para no asistir a una casa primero y luego a la otra, Christian les llamó para que comiéramos los seis en un restaurante, para darles la noticia de su segundo nieto. Nuestros padres nos recibieron con mucha alegría, mi panza todavía no era muy llamativa, pero siempre he tenido el vientre plano, por lo que usé una blusa holgada, pantalón de mezclilla, por ende muy bien arreglada como siempre.

Nuestros padres pensaron que la invitación a comer era para avisarles de nuestra llegada, en parte si pero el motivo era el de comunicarles del bebé. Terminando de comer Christian pidió vino tinto y para mi agua natural. Christian levantó la copa y dijo:

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