JUSTICIA Y AMOR

CAPÍTULO 16 4TO. DIA REGRESIÒN

Esperamos dentro del refugio, los señores Wilson y Ana se habían ido antes que el General, oímos los autos cerca de la casa, pero aun así no nos expondríamos, la mayoría dormimos el tiempo que estuvieron fuera, esa fue la mejor decisión que tomamos para relajarnos, ya que imperaba la zozobra de ser descubiertos. La mayoría despertamos al sentir que abrían de momento la puerta del refugio, al ver a Ana mis latidos del corazón eran oídos hasta Seattle, abrió tan abruptamente que nos despertó a todos, ella mencionó que vendrán a rescatarnos, por conocimiento de los planes de nuestro secuestrador, nos dijo que pronto vendrían por nosotros, cuando declaremos al poner la demanda correspondiente, no involucraremos a los Wilson, me da pena, pero ellos nos han apoyado muchísimo.

De inmediato me acerqué a Ana, cualquier pretexto era satisfactorio para mí, realmente necesitaba preguntarle cómo estaba mi padre, ya que habló directamente vía telefónica con él, mencionó que estaba preocupado por todos, quedó satisfecho y tranquilo cuando le dijo que estábamos todos juntos incluyéndome. Al día siguiente era domingo y pudimos salir del refugio, solo para estar fuera del el por unas cuantas horas, el General y sus hombres se habían retirado, amenazando en regresar el día lunes, solo teníamos el día de hoy para que nos rescaten, de lo contrario no me imagino que pueda suceder.

Ayudamos a subir a la casa a la señora Emma Mary, ella seguía con bastante tos, por lo menos recuperó peso y la rehidratación fue la que está manteniéndola con vida, en lo que desayunábamos frutas, huevos revueltos y jugo de naranja, platicamos cómo eran nuestras vidas a los señores Wilson, nunca haciéndolos menos, al contrario, ellos tienen más riquezas que nosotros, ellos no están expuestos a un secuestro por lo que tienen, ni necesitan de tantas comodidades, siempre esperaba la segunda mesa, ya que Ana y la señora Wilson servían a los demás, las señoras y los hombres apoyábamos después con la limpieza general de la casa.

Fue un domingo maravilloso, estaban la mayoría dentro del refugio, a excepción de Ana y yo, ya que ayudaríamos a la señora Emma Mary a bajar, pero no pudimos hacerlos, oímos unos vehículos fuera de la casa, como pudimos Ana y yo bajamos al refugio, la señora Emma Mary estaba recostada en el sillón, pero al oír los vehículos, doña Sarah de inmediato la cubrió con manteles y sábanas que recién habían metido del tendedero, para que doña Sarah las guardara en su lugar. Tocaron a la puerta y la persona que pregunto por Ana era mi padre, sentí una sensación de llorar de la alegría, Ana salió como si le hubieran puesto una mecha, les comunique a todos que era mi padre, por fin venían por nosotros, aplaudieron de alegría, siguiéndome a salir del refugio.

La escena que estaba viendo era muy conmovedora, Ana estaba en los brazos de mi padre llorando, me acerqué y me imagino que Ana supuso que estaba de tras de ella, me cedió abrazar a mi padre, ya que nos separamos saludó a cada uno de los que estábamos en el refugio, por último Ana presentó a los señores Wilson como nuestros moradores, asimismo venían ambulancias del ejército para checarnos nuestra salud, todo fue muy rápido, de momento vi como entraba la camilla para que acomodaran la señora Emma Mary, no lo podía aun creer, todavía tenía lágrimas en mis ojos, dejé que me revisaran y sacaran muestras de sangre.

Terminando la revisión nos comentó mi padre que teníamos que hacer la denuncia ante dos instancias, ante la procuraduría que el maneja y la militar, todo esto sería en cuanto lleguemos a Seattle, traían cámaras de video, tenían que documentar dónde estábamos secuestrados, las palmas fueron para Ana, sin ella no habríamos podido escapar los demás, honor a quien honor merece, todos hicimos el simulacro de como salimos de ese encierro, supuestamente dirigiéndonos lado contrario de la cabaña para llegar a la ciudad de Montesano, de Montesano nos trasladaron al lugar de los hechos, ellos saben cómo lo mostraran ante las cámaras.