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-¿Qué carajo te pasa, Daniel? -habló enojado Mateo-.
-Amor, calmate.
-¡No, Manuel! Salí.
-No lo trates así -murmuré-. No entiendo porqué haces tanto circo, falte a una sola clase nada más. Estoy vivo y sano.
-Te fuiste con un extraño.
-Uno: Que vos no lo conozcas no quiere decir que es un extraño. Dos: En todo caso, es mi problema.
-Pero nos preocupaste.
-¿Y qué? ¿Cuándo te diste cuenta? ¿Cuándo dejaste de prestarle atención por un segundo a Manuel?
Mateo abrió sus ojos y boca con sorpresa.
-No entiendo lo que decís...
-Están todo el tiempo juntos, abrazándose y besándose. Y no me molesta, claro que no, pero después no vengas a decirme "te fuiste con otro" porque cuando estoy con vos solo me hablas de Manuel o estas con Manuel.
-Tampoco me contaste lo de Diego..
-¿Cuándo querías que te cuente? Estas tan ocupado en tu relación que nunca me preguntas a mi como estoy, nada.
-¡Podrías haberme dicho!
-¡¿CUÁNDO?!
-Yo que se, si fuese realmente importante hubieses encontrado el momento.
Manuel y yo nos miramos incrédulos, ¿Cómo es que dice eso?
-Amor, creo que...
-¿Creo que, Manuel? ¿Te vas a poner de su lado?
-No hay lado, Mateo -respondí-. No se que es lo que tanto te enoja, solamente es un amigo.
-Bueno pues, yo elegiría mejor a tus amigos -dijo y se fue-.
