capítulo treinta y cinco

461 66 44
                                    

DANI

Tocó el timbre y salimos al recreo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tocó el timbre y salimos al recreo. La hora de matemática estaba siendo muy aburrida y cansadora, por suerte ya terminó.

Mateo pasó a mi lado sin siquiera mirarme, ¿Por qué se enojaba tanto?

Me encogí de hombros y caminé hacia el otro lado, encontrándome en el camino con Oliva.

-Valen, ¿Todo bien?

-Ah, eh, sí, ¿Vos?

-¿Seguro que está todo bien? -asintió-. Bueno, te creo. Mateo se enojó otra vez -le conté sentándome en el piso, él se acostó y apoyó su cabeza en mis piernas-.

-¿Por mi culpa?

-No, no es tu culpa, es culpa de él por actuar como un tonto.

-No le digas así, tendrá sus razones para odiarme...

-No entiendo cómo te puede odiar, si sos un sol -le apreté las mejillas y el rió-.

Aflojé mi agarre sin sacar mis manos. De un momento al otro, estábamos mirándonos sin decir nada, en un silencio bastante cómodo. Y no se cómo ni cuándo pero mis ojos se aburrieron de mirar ese lindo color azul y se decidieron por mirar el rosa de sus labios, de repente parecían muy apetecibles.

Sin pensarlo, empecé a acercarme a Valentín, sintiendo las muy conocidas mariposas en el estómago.

INSTAGRAM (wosani) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora