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-Mira Valu -le mostró el celular riendo-. Es un meme que me mandó Lucho.
-¿Lucho? -preguntó-.
-Lo conocí el otro día en el hospital, me preguntó qué hacía con traje -carcajeó-. Hablamos todo el tiempo, es bastante divertido, tiene unos memes súper graciosos.
-Que piola, amor -sonrió, peinándole el pelo-.
-¿No estarás celoso?
-No -rió-. Tampoco soy tan tóxico.
Dani le dio un corto beso y siguió hablando con su nuevo amigo.
Y así el resto del día, parecía que se olvidaba que tenía a su novio al lado. Realmente no le prestaba atención.
Valentín se levantó de la cama como pudo, fue hasta el baño, preparó las cosas y se metió a bañar.
Gran error.
Su mente empezó a jugarle en contra, las inseguridades empezaron a atacarle, otra vez.
¿Y si Dani buscó a otro porque pensaba que Valentín iba a morir?
Ese tipo de preguntas llevaron a Valentín a imaginarse una vida sin Dani y no pudo evitar llorar. Se sintió tan angustiado. Tenía un nudo en la garganta y en el pecho, los ojos no paraban de llorarle.
Tironeó un poco de su cabello, intentando calmarse. No lo consiguió. Lo único que logró fue que una de sus heridas vuelva a abrirse al pegarse con la canilla.
Es obvio que se va a cansar de vos, si sos un fracasado, pensó.
Terminó de bañarse, cerró el agua, se cambió la parte de abajo y trató de curarse la herida.
Ni eso le salía.
Salió del baño llorando, frustrado con él mismo y su inutilidad, caminó hacia la habitación escuchando como Dani estaba en llamada.
No voy a molestar, pensó.
Volvió al baño y buscó un tutorial en YouTube, logrando curarse.
Aunque lo que Valentín no sabía, era que la herida más grave estaba empezando a abrirse nuevamente; la de su corazón.
