capítulo cincuenta y cinco

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❝Me gusta todo lo que sos y un poco más, el barrio queda sin luz cuando no estás, las caras cambian todas cuando vos llegás, la noche te sigue mientras vos girás❞

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Me gusta todo lo que sos y un poco más, el barrio queda sin luz cuando no estás, las caras cambian todas cuando vos llegás, la noche te sigue mientras vos girás

Daniel tenía enamorado por completo a Valentín. Valen podía mirar y mirar a Daniel sin encontrarle defecto alguno, se había acostumbrado tanto a él, a su perfección, que no le veía cosas "malas".

En poco tiempo, Oliva se había dado cuenta de lo importante que era Daniel para todos. Era llegar con Dani a una joda y que la fiesta se anime, que todos se pongan felices. Dani sacaba sonrisas, demasiadas.

Realmente no podías enojarte con él, era imposible.

Acá todos mueren por verte fumar, tu magia está cerca y protege el lugar, ahí voy a querer estar, donde tu risa me saca a bailar

¿Daniel fumaba? A veces, muy pocas. Generalmente lo hacía en jodas y con moderación, sabía cuando frenar. Y el verlo fumar era algo que Valentín amaba.

Hablando de cosas que el ojiazul amaba, otra de ellas era verlo reír. Era fan de como los ojos de Dani se achinaban y el sonido de su risa era simplemente perfecto.

Cada vez que yo no me encuentro en mí, voy a vos para revivir, yo voy a estar ahí, siempre podés venir

Valentín estaba más que feliz, más que agradecido, se sentía tan bien tener a alguien. Ambos sabían que se tenían para todo, hasta para la cosa más absurda. Casi que vivían juntos, así que la situación era más fácil.

Había varias veces en las que Valentín se deprimía, lo de sus padres, el miedo a decepcionar, el miedo al fracaso quizá, lo mataban. Lo hacían tener ganas de rendirse.

Pero era tan simple como ir en busca de Daniel y en dos segundos se sentía mejor. Encantos de Ribba los llamaba.

Él camina con su viajero, entre desastres y prisioneros, cuando el destino se pone austero, sale al rescate lo verdadero

Daniel siempre estaba ahí, para todo. Y era algo que Valentín agradecía cada vez que podía, no estaba acostumbrado a confíar en la gente, a que lo escuchen, a que lo abracen, era todo tan nuevo.

Comprensión bendita, un par de dilemas, humanidad maldita, cuerpo que tirita, mirada que desvela, de esas que te hielan

No sabía cómo pero Daniel siempre lo entendía a la perfección, sabía ponerse en sus zapatos, ayudarlo y aconsejarle de la mejor forma. A Valentín eso le simplificaba un poco la vida.

La mirada de Daniel era algo tan hermoso, como él. Sus ojos podían transmitirte seguridad, calor, amor, como al mismo tiempo transmitirte frío, miedo, inseguridad. Tenía un poder.

Gratitud infinita

Valentín se sentía muy agradecido con Dani. Por escucharlo, por creerle, por ayudarlo, por amarlo.

Noche sin estrellas, o con miles de ellas, alma dinamita

Dani podía ser definido como una persona del bien. Su alma era tan noble, tan linda y a la vez tan energética. Su alma podía ser definida como Alma Dinamita.

Voces en la cripta

Valentín juraba, prometía, amar a Ribba, hasta cuando su cuerpo esté en la cripta.

Felicidad compleja

La felicidad de Valen, para Dani, era algo complejo. Era difícil de comprender, bastante difícil a veces.

Pero Dani no sabía que Valen era feliz con tan solo verlo, abrazarlo, besarlo. Con tan solo tenerlo.

Una espera escrita, angustias bellas

Angustias bellas, como cuando Valentín se angustiaba porque Dani no tenía Internet y no podía saber si durmió bien, si comió bien, cómo estaba.

Onomatopeya, río que se agita

Sus sentimientos eran como un río que, al ver a Dani, se agitaba. Justamente como le pasaba a él.

Una luz interna

Daniel le brindaba una luz interna a Valentín. Una luz que a ambos les gustaba.

Fuego que habilita, lágrima que quema

Muy pocas veces Oliva había visto llorar a su novio. Pero las pocas veces que lo hizo, sintió como si alguien lo estuviese acuchillando, le dolía tanto verlo llorar, verlo sufrir. Sentía como se desgarraba por dentro.

Porque Dani se merecía lo mejor del mundo.

Protección eterna, un amor que grita

Y Valentín estaba dispuesto a protegerlo, sobre cualquier circunstancia. Sobre cualquier cosa o persona. Él lo protegería.

El amor de Valentín gritaba, gritaba porque estaba quedando en el olvido. Valentín ya se estaba olvidando de una de las cosas más lindas de la vida, amar. Y volvió a renacer cuando Daniel apareció.

Daniel apareció, devolviéndole la felicidad, el amor, el cariño que hace años le faltaba.

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valentín deja de ser tan perfecto en todos los sentidos q en mi cuerpo no me entra tanto amor

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