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Escuchaba música mientras me alistaba para la joda en casa de Lombardo. Todo para festejar que volvió su novio.
Terminé de enganchar la cadena de siempre en mi cuello, me puse un poco de perfume y llamé a Mateo.
LLAMADA
-¿Dani?
-Rulitos ya estoy, ¿Vos? -pregunté mientras cerraba la ventana de mi cuarto-.
-Estoy terminando, ya voy.
-Dale, nos vemos.
-Nos vemos.
FIN DE LA LLAMADA
Seguí escuchando música mientras ordenaba un poco mi cuarto. Hay que aprovechar los momentos.
A los minutos me sonó el teléfono, sabía que era Mateo avisándome que estaba abajo. Me puse mi campera de abrigo y bajé las escaleras.
-Ma, ya me voy -avisé dándole un beso en la cabeza-.
-Que te vaya bien hijo, cuidate. Saludos a Teo.
-Gracias ma, se los doy -cerré la puerta y me subí al auto de mi amigo-. Hola reyes -choqué puños con Manu y Teo-. Te manda saludos mi mamá -dije revolviéndole el pelo a Mateo-.
-¿Qué me tocas el pelo? -me pegó un manotazo-.
-Bueno, no empiecen a pelear. Vamos -habló Manu y Mateo arrancó el auto-.
-Así te quería agarrar, pollera.
[...]
-¿Todo bien, enano? -me preguntó Lombardo cuando llegamos-.
-Todo bien, Maurito -le sonreí-. ¿Ya llegó Pau?
-No -hizo un puchero-.
-Ya va a venir Romeo -le palmeé la espalda riendo-. ¡El Mauro dos! -grité y abracé a Monzón-.
-El Dani, boludo. Estás tan grande -rió y me abrazó-.
-Sos un estúpido -dije mientras negaba con la cabeza-. Igual así se te quiere.
