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-¿Osea que ayer te fuiste con él -dijo Mateo-.
-Sí, igual no te preocupes, habló con su tía y no pasó nada.
-No sé, no me gusta que te juntes con él.
-¿Otra vez con lo mismo? Matu yo te amo pero ya estoy grande y puedo juntarme con quien yo quiera. Si tuviste problemas con él antes no es mi culpa, hablalo con él.
-¿Ya te fue con el cuento?
-Uy Mateo, hablamos cuando se te pase la pelotudez -me levanté del piso-. Estas enojado con Valentín por una equivocación tuya, desde ya te lo digo.
Aproveché y di una de mis famosas vueltas por los pasillos. Era divertido saludar a tanta gente.
-Hola Luz, ¿Tod...-dejé la pregunta en el aire ya que me agarraron del brazo y me tiraron para atrás-. Ey, Valen, ¿Todo bien? ¿Pasó algo? -pregunté-.
-No, solo te extrañaba -dijo con las mejillas rojas para después abrazarme-.
-Yo también te extrañé, Val..-dije haciéndole caricias en el pelo-. Para tu información hoy voy a tener que cumplir todas las horas del colegio -reí-.
-Bueno, nos veremos en la tarde entonces.
-¿Ah?
-En el parque del otro día, a las cuatro -dijo y se fue ya que había tocado el timbre-.
Qué feliz me hacía hasta la mínima interactividad con él.
