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-Hola Valu -saludó con una sonrisa al dueño de la casa-.
-Pasa, Dani -dijo con voz ronca-. Perdón, me dormí.
-No pasa nada bobo, está todo bien.
Se sentaron en el sillón y se pusieron a hablar de temas completamente triviales.
-Las manzanas más ricas son las rojas Daniel, ¿Cómo vas a preferir las verdes?
-Las verdes son más ricas, boludo. Las rojas son rojas.
-No me digas -imitó el meme y rieron-.
-Se entendió lo que quise decir.
-No, no se entendió -dijo Valen-. Aprendé a hablar, mi rey.
[...]
Hace ya unas horas que Dani había llegado a la casa de Oliva. Ahora se encontraban bailando cumbia, como buenos argentinos que eran. Según Dani.
En algún momento del baile, se acercaron bastante, demasiado. Tanto así que Valentín tenía sus manos en la cintura de Dani y Dani en la nuca de Valen, quedando bastante cerca.
Valentín largó un suspiro cuando una de las manos de Daniel subió hasta su mejilla, dejando leves caricias.
Sus respiraciones se mezclaban y sus ojos estaban conectados, mirándose por un largo rato. No fue hasta que Valentín ladeó su cabeza hacia un lado y se acercó aún más, rozando sus labios.
-Te voy a besar -susurró sobre los mismos. Al ver que el menor no se quejaba, juntó sus labios-.
Se fundieron en un beso lento y tierno. Reflejando los sentimientos que habían y los que estaban creciendo.
