- Supongo que tus padres no han visto esta faceta tuya -dijo Álvaro llamando mi atención de nuevo- que niña más mala-.
- Y yo supongo que la tuya ya la han visto demasiado -dije fulminándole con la mirada- que niño más coñazo-.
En menos de un segundo lo tenía en frente de mi, su mirada impactó en mi como si me hubieran dado una hostia. Esto no estaba bien. Fui dando pasos hacia atrás hasta quedar apoyada en la pared. No podía apartar la mirada de sus ojos, sino perdería.
- Tu no sabes nada -me susurro en el oído-.
- Tu tampoco -susurré sin más- y ahora me voy a bailar, que es más interesante que esta conversación-.
Coloqué una mano en su pecho para apartarlo. Al principio no se movió pero luego tras un gruñido, que le quedó muy sensual, se separó.
- ¿Sabes que no te soporto? -dijo al cogerme del brazo-.
Esas palabras fueron como un jarrón de agua fría en el cuerpo. Estaba segura de que me hubiesen fallado las piernas de no ser que estábamos rodeados de gente y que me tenía cogida por un brazo. Sin decir nada más me solté de su agarré y caminé con decisión hasta mezclarme entre la gente. Tenía la mente en blanco cuando volví con Estrella.
- Tía, ¿estás bien? -preguntó en mi oído-.
Asentí con la cabeza y me metí un gran trago a mi copa.
- ¿Qué tal mi regalo? -pregunté- espero que te haya gustado-.
- Para no gustarme -dijo riendo- mil gracias-.
Al menos había hecho algo bien esa noche.
***
No sabía cuantas copas llevaba encima, pero más relajada no podía estar. Me estuve comiendo la cabeza con las palabras que me dijo hacía un rato, pero al final decidí olvidarlas si quería disfrutar de una buena noche. Estábamos las tres sentadas en la orilla de la piscina con los pies metidos dentro del agua, Estrella se encendió un cigarro y nos lo pasó a las dos. Yo no fumaba, pero alguna calada en alguna fiesta siempre iba bien.
- Estoy genial chicas -dijo Estrella sonriendo- me alegro de haber venido-.
- ¿A caso tenías otra opción? -pregunté riendo- porque que yo sepa no-.
- Ya te has cargado el momento bonito Sofia -me miro fulminándome con la mirada-.
¿Por qué todo el mundo me hacías esas miradas? Ni que hubiese matado a alguien.
No sé cuanto tiempo estuvimos en silencio otra vez, pero desde el momento que apareció Alex en el jardín, la fiesta pasó de estar dentro a estar fuera.
- Aquí están mis chicas preferidas -dijo detrás de nosotras- ¿Cómo vais?-.
- Mejor imposible -respondió Estrella guiñándole un ojo-.
- Tienes suerte que yo supere lo imposible -dijo guiñándole el ojo-.
Al principio no supimos a qué se refería, hasta que lo vimos volar por encima nuestro y meterse de bomba en la piscina. Justamente al lado nuestro, mojándonos a las tres.
-HORA DE METERSE EN LA PISCINA -chilló llamando la atención de todo el mundo-.
Segundos después la gente empezaba a tirarse dentro. Rápidamente sacamos las piernas de dentro y el aprovechó para impulsarse y salir de la piscina, y luego mojándonos con su pelo. Las tres empezamos a chillar. Me puse en pie la primera y di unos pasos hacia atrás riendo. De repente Alex cogió a Estrella por detrás y la levantó.
ESTÁS LEYENDO
No me rompas de nuevo
RomanceTuve mi amor de la infancia. Me enamoré de él hasta las estrellas. Crecimos, dejamos de vernos. Dejé de estar enamorada. Seguí creciendo y me enamoré más veces, pero no de él. Él se fue desapareciendo de mi vida como una sombra hasta no quedar casi...