Julio. Un buen mes para ir de vacaciones. Todo el mundo se iba de vacaciones en Julio, todos menos nosotros. En principio siempre nos íbamos ese mes pero por una operación importante a un famoso, que aún no sabía quien era, nos retrasábamos más de lo normal, y era una putada porque en agosto eran las fiestas veraniegas en Barcelona, y en Montjuic siempre había ambiente y fiesta. Duraban dos semanas no se paraba, y el último días se hacía una empalmada, que consistía en pasar toda la noche despiertos bebiendo y bailando. Traían a bandas de música y un DJ y estaban hasta las seis de la mañana. Todo joven deseaba que llegasen esas fiestas y yo no era menos. Pero como las vacaciones, éste año, caían en esas semanas me las perdería todas.
Estaba en casa de Estrella, me había enviando un mensaje diciendo que tenía una emergencia. Pero claro, conociéndola cualquier cosa podía ser una emergencia y en realidad no ser nada. Y eso era lo que estaba pasando cuando crucé las puertas de su casa. Parecía que una tienda hubiese montado un desfile en su salón. Había ropa por todas partes.
- ¿Por qué el comedor parece un mercadillo? Espera, ¿quieres vender tu ropa? ¿Lo saben tus padres? -pregunté de inmediato-.
- Porque necesito hacer las maletas y no, no pienso vender mi ropa -dijo levantándose del otro lado del sofá- necesito tu ayuda de organizadora para hacerme la maleta, yo no sé-.
- Ya sabía yo que esa emergencia no lo eran en verdad -dije poniendo los ojos en blanco- vas a estudiar derecho, ¿y no sabes organizarte una puñetera maleta?-.
- No me juzgues -dijo entrecerrando los ojos- sabes que la ropa me pierde-.
Y no era mentira, esta mujer tenía demasiada ropa para ser solamente una persona. El año pasado dimos un montón de ropa que ya no usaba a Humana y al parecer pronto deberíamos volver a hacerlo, porque demasiado estaba viendo allí. Primero de todos organizamos la ropa por estaciones, y luego por favoritos, solamente se iba una semana así que la mitad de la pila de "favoritos" se iba fuera. Mientras ella decidía qué dejar y que llevarse empecé a amontonar la ropa, doblándola para tener más espacio.
***
Tardamos al rededor de dos horas en terminar de hacer la maleta, con peleas incluidas, cuando miré la hora eran la una de la tarde. Me tenía que ir ya si quería llegar a tiempo para comer y que mis padres no se enfadasen, aunque cuando avisé de que era una emergencia, no tan emergencia, de Estrella entendieron que podría volver a cualquier hora. Sus emergencias podían llegar a ser un tanto extremas, como depilarse las piernas por primera vez con cera con tan solo trece años. Si hacer una maleta tardábamos dos horas, para quitarle las tiras de cera tardamos toda la tarde, y al final vino mi madre a ayudarnos. Nunca más se lo volvió ha hacer, creo que aprendió a no tener ideas de camionero.
- Me tengo que ir a comer -dije poniéndome en pie- ¿Nos vemos mañana antes de irte?-.
- Sí, me pasaré sobre las once -dijo haciendo lo mismo- ¿Quieres que te lleve?-.
Negué con la cabeza.
- Así estiro las piernas, se me han quedado dormidas de estar tanto tiempo sentada en el suelo -dije tocándomelas sin sentirlas, tan solo un hormigueo-.
- Como quieras -dijo moviendo los hombros- yo guardaré esto antes de que vuelvan-.
Nos despedimos, bajé hasta la puerta y la saludé con la mano antes de cerrar la puerta. No vivíamos muy lejos la una de la otra, era la misma urbanización solo que ella vivía más abajo que yo, así que me tocaba subir durante diez minutos. Por suerte en coche solamente eran cinco o menos, si ibas con ella en su coche.
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No me rompas de nuevo
RomanceTuve mi amor de la infancia. Me enamoré de él hasta las estrellas. Crecimos, dejamos de vernos. Dejé de estar enamorada. Seguí creciendo y me enamoré más veces, pero no de él. Él se fue desapareciendo de mi vida como una sombra hasta no quedar casi...