Capítulo 25

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Tres meses después.

La calle estaba arrebozar de gente, las fiestas de navidad se acercaban cada vez más y la gente se volvía loca comprando regalos. Andaba con la música puesta, hacia un día soleado y había decidido ir a dar una vuelta, y al salir había estado bien pero a la vuelta eso parecía el primer día de rebajas en el Corte Inglés. Un caos. Pero eso no me quitaba la sonrisa de la cara porque dentro de dos días cogía un avión con destino a España, por fin iba a ver a mi familia después de tres meses aquí. Habíamos hecho muchas videollamadas tanto con mi familia como con mis amigos, y como nos prometimos cada noche nos llamábamos Estrella y yo y nos contábamos el día que habíamos pasado. Y a fin podría hacerlo en persona, la echaba tanto de menos. Alguien en la acera de al lado llamó mi atención, y al quitarme los auriculares escuché como me llamaba y daba saltitos.

Salí de la cera y me metí entre dos coches aparcados, entonces pude ver quien era.

- ¡Sofia! -chilló Gabriel-.

- ¡Hola! -chillé yo riendo-.

Al cruzar la calle nos abrazamos, hacía tiempo que no lo veía. Se había ido de la residencia semanas después porque había encontrado una casa compartida ya que su compañero era de lo peor. Pero aún así las semanas que estuvo conectamos enseguida y se convirtió en el primer amigo que tuve en la Universidad.

- Hacía mucho que no te veía -dijo sonriendo-.

- Fuiste tu quien te marchaste de la residencia, podrías dejarte caer más por ahí -dije dándole un puñetazos en el hombro-.

- Tienes razón, lo siento -dije sonriendo- ¿Qué haces por aquí?-.

- He salido a dar una vuelta, aunque parece que tendré que salir más temprano, la gente va como loca comprando -dije señalando a la gente que había a un paso de mi-.

- A los Americanos nos gustan las fiestas, y lo hacemos a lo grande -dijo sintiéndose orgulloso- ¿Tú no vas a pasar las fiestas con tu familia?-.

- Sí, vuelvo pasado mañana -dije saltando de alegría- van a ser las mejores fiestas-.

Hablamos un poco más y nos despedimos, él tenía que ir a hacer la compra y yo volver a la residencia a ducharme y prepararme. Las próximas veintiocho horas iban a ser una explosión de nervios por todos lados.

***

Eran las siete de la tarde cuando mi teléfono empezó a sonar como un loco. Me había quedado dormida en la cama y al parecer el ruido del teléfono había sido lo único que me había echo despertar. Llevaba días nerviosa, y eso me hizo dormir muy poco. Cuando desbloqueé el móvil tenía diez llamadas de Álvaro, de mis padres y de María. Eso era muy extraño, principalmente las llamadas de Álvaro, no habíamos hablado desde la despedida en el aeropuerto y ver sus llamadas, y tantas, hizo que mi cuerpo se pusiera en alerta. Una llamada de el apareció en pantalla. Temblando descolgué, me levanté y me acerqué el móvil a la oreja.

- Sofia -esa voz, no la había escuchado en meses, hizo ponerme la piel de gallina- Oh dios mio por fin me lo coges-.'

- Álvaro -dije atragantándome- ¿Qué está pasando? Tengo millones de llamadas tuyas y de mis padres-.

- Yo...-un llanto, estaba llorando- Sofia-.

- Me estás asustando -dije nerviosa a más no poder- ¡Dime qué coño está pasado!-.

- Es...es...Estrella -dijo al fin, el corazón se me disparó, empecé a respirar de manera abrumada-.

- ¡Qué le ha pasado! -dije con lágrimas en los ojos- dime que está bien-.

- Tuvo un accidente Sofía -dijo con la voz temblando-.

Millones de imágenes me sobrevolaron la cabeza, esa mañana había hablado con ella, todo estaba bien, ella estaba en su cuarto acostada para dormir. Me explicó que iba a recoger a Alex al aeropuerto y que estaríamos todos juntos para la cena.

- No..no he hablado con ella, está bien -dije como pude- dime que está bien, que no ha sido nada, una pierna rota-.

- Fue todo demasiado rápido....Alex decidió coger un huelo antes y sorprenderla, la llamó esta madrugada para que fuera a buscarlo -explicó entrecortado- pero ella no...no ha llegado-.

El celebro se me desconectó por completo.

- ¿¡Qué coño me quieres decir con eso Álvaro!? -chille desesperada- ¡¿Se fue a tomar un café o a dónde?!-.

- Se ha ido -dijo sin más- se ha ido Sofia-.

- No lo entiendo -dije llorando- ¿Dónde se ha ido? ¿Dónde está mi mejor amiga?-.

- Al cielo mi vida -dijo intentando ser lo más claro posible- un camión no freno en el Stop y chocó con ella-.

El mundo se me vino abajo, empecé a llorar a lágrima tendida.

- No, no, no, no-negué también con la cabeza- Ella no se ha ido, está en su cama-.

- Cuanto lo siento Sofía, desearía estar allí contigo -dijo llorando también- lo siento-.

Eso fue lo último que escuché. En mi cabeza no paraba de escuchar una y otra vez sus palabras, accidente, camión, choqué, no llegó al aeropuerto, ido al cielo. Tenía el cuerpo entumecido, no sentía nada, no controlaba mis movimientos. Solo sabía que tenía que volver ya a casa.

No me rompas de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora