-Hola -dijo mirándome-.
-Hola -dije- ¿quieres algo?-.
La tensión se palpaba en el ambiente. Se levantó del capó, dio la vuelta al coche y se quedó a mi lado. Mirándole me apoyé en la puerta.
- Al fin te encuentro -dijo serio- tu amiga me ha tenido bastante amargado últimamente-
- ¿Qué? -pregunté sin entender nada- ¿De qué hablas?-.
- Estrella -respondió con una sonrisa burlona- Algo así como que me aleje de ti-.
Eso me pilló de sorpresa, en ningún momento me había dicho nada de eso. Cuando volviese a verla pensaba decirle cuatro cosas bien dichas. Me puse en pie para volver adentro, pero su brazo me lo impidió.
- Necesito saberlo Sofia -dijo muy cerca de mi oído-.
- No -dije girándome para mirarle- no remuevas el pasado Álvaro-.
- He estado jodido durante todo este tiempo, desde la última vez que te vi -dijo- sé perfectamente que no te apartaste porque tuviese novia en ese momento-.
¿A caso ya no tenía? ¿Tendría razón Estrella sobre eso de darse un tiempo?
- Déjalo de una vez -dije bajando la mirada al suelo-.
Se movió apoyándome de nuevo en el coche, con una mano cerrando el paso y otra en mi mejilla.
- ¿Tanto te cuesta decírmelo? -preguntó-.
La respiración cada vez iba más rápida. Notaba como me acariciaba con su pulgar la mejilla, haciendo que unas pequeñas cosquillas se instalasen allí.
- Decírtelo me rompe el alma -dije viendo como la vista se me nublaba por la lágrimas- tu has estado jodido estas semanas, pero yo estuve rota hace años-.
Su mirada no se apartada de mi mía, y al pestañear las lágrimas salieron. Sus dedos las apartaron de ahí.
- ¡Sabías que me gustabas, me besaste y luego jugaste conmigo! -dije levantando la voz, dándole un puñetazo, que no lo hizo retroceder de su sitio- Tu puto mensaje al día siguiente, tu comportamiento después, todos estos años, fueron una puta amargura para mi. Pero claro, cómo lo ibas a saber si al cabo de la semana empezaste a salir con Sara-.
- No tenía ni idea Sofia, si me lo hubieras dicho -dijo pero lo corté-.
- ¿A caso algo hubiera cambiado? ¿Hubieras dejado a Sara por mi? -pregunté sabiendo perfectamente la respuesta- yo te quería y lo que no me entra en la cabeza es que si lo sabías, por qué me diste falsas esperanzas durante ese verano-.
- ¿Y quién dice que te diese falsas esperanzas? -preguntó con la voz rota-.
- ¡Tu puto comportamiento Álvaro! -dije apartándome de él- si tanto te hubiese importado no me hubieras dejado de hablar, no me habrías besado y mucho menos apartarte de mi, no fui yo quiero rompió nuestra amistad, fuiste tú mismo, al hacer eso ¿para qué? ¿para ser el chico popular?-.
- La jodí ese día, lo sé y me he dado cuenta de eso -dijo- ¿Pero ahora?¿Qué pasa ahora?-.
Lo miré, tenía los ojos cristalinos, apunto de llorar. Parecía que esta conversación nos estaba doliendo a los dos por igual.
- Ahora nada -dije quitándome las lagrimas de mis mejillas- me tengo que ir-.
- No, no -dijo pestañeando un par de veces- esto no se queda aquí, ¿ahora que coño tengo que hacer yo?-.
- Volver con Sara -dije forzando una sonrisa- al fin y al cabo sois la pareja perfecta, ¿no?-.
Me separé y caminé hasta la acera.
ESTÁS LEYENDO
No me rompas de nuevo
RomanceTuve mi amor de la infancia. Me enamoré de él hasta las estrellas. Crecimos, dejamos de vernos. Dejé de estar enamorada. Seguí creciendo y me enamoré más veces, pero no de él. Él se fue desapareciendo de mi vida como una sombra hasta no quedar casi...