El Chico Popular

QUINCE

"¿Me dejarás en visto?". El sonido del mensaje lo hizo reaccionar.

"Sí, me divierto".

Lo bueno de los mensajes es que no tartamudeaba e Isaac se sentía un poco... más valiente. O seguro.

"Genial. ¿Realmente Esteban está ahí?", llegó junto con un emoji.

"Sí".

"Genial", envió y ya no supo qué responderle, hasta que Oliver volvió a enviar un mensaje. "Lo siento".

Isaac se rio sin poder evitarlo, su risa nerviosa lo hizo reírse de verdad y se preguntó qué estaba pasando. ¿Era una clase de mala broma? Quería confiar, pero esto era tan raro.

"Lo siento de verdad. Mis bromas fueron de mal gusto".

"¿Lo sientes?".

"No me hagas repetirlo", envió y se desconectó. Isaac se quedó viendo el celular sin saber qué hacer.

—Entonces, el tuyo de vainilla y el mío de pistache, ¿eh?

Esteban llegó a él con una sonrisa y le dio su nieve. Se sentó enfrente de él.

—¿Pasa algo?, estás un poco blanco. ¿Te sientes mal? ¿te quieres ir ya?

—N-No, estoy bien —murmuró agarrando su vaso. Levantó la vista y la fijó en Esteban, nervioso—. Tú... ¿Qué relación tienes con... con Oliver?

—¿Con Oliver? Ninguna ahora. Dejamos de ser amigos hace unos días.

—Oh —murmuró—, ¿por qué?

—Eh, bueno. —Suspiró y lo miró directo a los ojos. Isaac se sonrojó—. Y-Yo le dije algo que no le gustó y decidí simplemente terminar con... lo que sea que teníamos.

Se rio.

—Oh, y... ¿qué le dijiste?, ¡si se puede saber! Claro.

—Y-Yo... Yo le dije que me gustabas.

—Oh... Ooh, ¡espera! ¿te gusto? —dijo saltando un poco, lo miró con la boca abierta.

Esteban respiró profundo, miró su helado, después fuera de la mesa y de regreso a los ojos de su cita.

—Bueno, sí, por eso te invité —le dijo—, me gustas.

—Oh —musitó y sonrió, sonrió muy grande.

Sus palabras fueron tan simples y, aun así, estaba tan feliz.