26: Es lo mejor.

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27 de agosto, 2020.

Al abrir los ojos lo primero que vi fue la espalda desnuda de Frenkie

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Al abrir los ojos lo primero que vi fue la espalda desnuda de Frenkie. Él había decidido quedarse conmigo anoche, habíamos pedido comida y la pasamos viendo películas, nos dormimos en la madrugada.

Tomé mi teléfono de la mesita de noche y vi que no faltaba mucho para las diez de la mañana, debía de ir a desayunar con todo el grupo y no podía negarme porque ayer no había ido a cenar con ellos.

Cómo si supiera que estaba despierta el rubio se dio la vuelta y me observó, con los ojos entreabiertos, recién despertaba. Yo sonreí y él hizo lo mismo.

—Buen día.— murmuró y su voz sonó ronca.

—Buen día.— respondí. Me tomó del brazo y me jaló hasta él para luego abrazarme, oculté mi rostro en su pecho y lo abracé, cerré los ojos disfrutando el momento.

—¿Y si nos quedamos todo el día así?— lo escuché preguntar y yo solté una risilla.

—Me encantaría, pero debo ir a desayunar con los chicos.— suspiré. —Dios, no quiero ir.

—¿Por qué no?

—Porque debo decirles que me iré a Barcelona y dudo que a algunos les guste la idea.— ya podía imaginar a Alessia más que a nadie o Andrea, me matarían por tomar esta decisión tan de repente.

—Ellos te van a apoyar, ambos sabemos lo mucho que te quieren, ademas deben respetar tu decisión.— dijo.

Saqué el rostro de su pecho y lo miré.

—¿Vas a venir conmigo? Por favor.— lo miré suplicante y él hizo una mueca, pero luego de pensarlo unos segundos terminó asintiendo.

Unos minutos después me levanté, me duché y luego me arreglé (multimedia) Frenkie hizo lo mismo. Así que faltando diez minutos para la hora que habíamos quedado ya estábamos listos.

—Vamos Frenk.— dije tomando mi teléfono de la mesa.

—¿Tomaste tu medicamento?— preguntó viéndome.

—¡Diablos! Lo había olvidado, gracias por recordarme.— lo miré agradecida, saqué las pastillas de la cajita y las metí a mi boca para después tomar agua. Ambos salimos de la habitación y nos dirigimos al restaurante del hotel. Al entrar pude divisar la mesa donde se encontraban todos, así que tomé de la mano al rubio a mi lado y lo volteé a ver, él me dio una mirada reconfortante y me sonrió. Caminamos hasta ahí y las miradas de todos se posaron en nosotros, incluida la de Leon.

WE BELONG | Leon Goretzka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora