32: Londres.

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15 de diciembre, 2020.

Londres, Inglaterra.

Ayer por la tarde habíamos llegado a Londres con las chicas y algunos chicos del equipo. Victoria y Kai se casaban por fin y la boda sería en este hermoso lugar, ya que ellos ahora vivían aquí debido a que Kai había fichado por el Chelsea, triste lo sé, no había funcionado decirles que se quedarán en Múnich.

(Vestido de Erin en multimedia)

Entré tomada del brazo de Serge en el hermoso salón del palacio donde se llevaría acabo la recepción porque la ceremonia nupcial había terminado hace unos minutos, para ser sincera no evité soltar unas lágrimas. Andrea iba de la mano con Joshua y Noah, Alessia iba adelante conversando con Manuel, Ariana venía junto con Benjamin, al parecer cómo amigos, por último pude ver a Alex junto con Robert y Camila, se me hizo extraño no ver a Leon con la última mencionada, sin embargo le resté importancia.

El lugar estaba decorado de una forma preciosa, y habían bastantes personas, a mis amigos si les gustaba lucirse, eso lo tenía claro. Serge sacó la silla para que me sentara y así lo hice, luego él se sentó en la de al lado, cualquiera que nos viera pensaría que somos novios o algo, reí mentalmente ante eso y observé cómo mis amigas se sentaban en la misma mesa.

—¿A qué hora Victoria nos presenta a los ingleses?— Ariana alzó una ceja ganándose una mala mirada por parte del francés.

—No sé lo mismo me pregunto.— respondí.

—¿Qué tienen los ingleses que los alemanes no?— preguntó mi mejor amigo haciéndonos reír.

Alessia salió de su conversación con Manu y habló.

—Son menos serios, puntos extras.— Manuel arrugó el rostro y ella se encogió de hombros.

—Nunca viene mal un cambio de aires.— agregué.

La conversación de ingleses versus alemanes se vio interrumpida por una chica que habló por el micrófono, si no estoy mal es la cuñada de Vic. Después de decir algunas palabras es la hora de hacer un brindis, así que todos elevamos nuestras copas y las chocamos entre todos. El momento de que los novios tienen que pasar a la pista llegó, y juro que morí de envidia cuando you are in love de Taylor Swift comenzó a sonar.

—Creo que voy a llorar.— murmuré sonriendo. Esos dos eran el claro ejemplo de una pareja perfecta, se miraban tan enamorados el uno del otro, mirarlos te hacía feliz, ojalá algún día tuviera alguien que me quisiera de tal forma.

—Es el verdadero quien pudiera.— dijo Ariana y vaya que sí.

La canción terminó y luego ellos dos bailaron con casi toda su familia, minutos después fue hora de las fotos, a las cuales nos habíamos unido con Alessia y Ariana. Regresamos a la mesa mientras cubría a Ariana quien se había robado una botella de champán, mi mejor amiga solo nos miraba conteniendo la risa.

—Por lo menos compártela.— bromeó Serge y ella rodó los ojos.

—Por favor Serge, hay más por allá.— renegó.

—Eres una alcohólica sin remedio.— Pavard se unió a molestarla.

—¡Buenas, buenas!— la voz de la recién casada llamó nuestra atención. —Erin, Ariana necesito que vengáis conmigo.

WE BELONG | Leon Goretzka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora