27: La verdad.

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19 de septiembre, 2020.

Terminé de amarrar el lazo en mi cintura hacia el lado derecho, luego me vi en el espejo y estaba lista (multimedia).

Hoy comenzaba la Oktoberfest era una tradición muy popular e importante acá, todos los años asistíamos para celebrar en familia y con los amigos, había invitado a Frenkie, pero no podía venir debido a que hoy jugarían la final por el trofeo Joan Gamper contra el Elche.

Leí el mensaje de Alessia en mi móvil que me decía que ya estaba afuera, se había ofrecido a pasar por mí para irnos juntas al Theresienwiese donde se celebraría el evento, tomé mi bolso y guardé lo que llevaría. Salí de mi habitación y me encontré con papá y mamá en el living, ellos también ya estaban listos y vestidos para la ocasión.

—Grease, ¿te irás con nosotros?— preguntó papá recogiendo unos documentos de la mesa.

—No papi, Ale está afuera, me iré con ella y nos vemos allá en el lugar de siempre.— informé.

—¿Y ese nudo a la derecha?— preguntó mi mamá viéndome con una de sus cejas alzadas.

Acá para la Oktoberfest era una tradición que las mujeres usáramos el lazo del Dirlndl dependiendo el estado civil, si lo usabas a la izquierda, era porque estabas soltera, a la derecha si estabas en una relación, atrás las viudas y adelante únicamente las niñas.

—Mamá.— alargué la última letra a lo que ella rió, papá me miraba esperando respuesta. —No haré esperar más a Alessia, nos vemos luego.— dije y salí de ahí rápidamente evitando otra de sus preguntas. Mire el auto de mi amiga y caminé hasta él. Abrí la puerta del copiloto y entré.

—Hola.— saludé con cierta incomodidad, desde la discusión en Ibiza sólo habíamos hablado hace más de una semana por un asunto personal bastante delicado para ella.

—Hola.— dijo de la igual forma. Se formó un silencio incómodo hasta que habló nuevamente. —Si te soy sincera, tuve un poco de miedo de que no aceptaras mi invitación.—admitió.

Apreté los labios, pensando en qué responderle.

—Te quería pedir una disculpa por mi comportamiento en Ibiza... No fue mi intención hablarte de esa manera, pero me sorprendió mucho que decidieras irte a Barcelona antes que quedarte aquí en Múnich. Luego mencionaste que una parte de tu decisión era para olvidar a Leon... Y no lo sé, me sentí un poco apartada, y terminé reaccionando de la peor forma contigo...

La miré fijamente pero ella no me miró a mí.

—Lo que menos quería era que termináramos discutiendo de esa manera. Viví días horribles luego de eso, y te necesitaba, pero tenía miedo de que no quisieras hablar conmigo o algo parecido.—tomó una respiración profunda, parecía que iba a soltarse a llorar en cualquier momento.

—Ale...— comencé, pero ella me cortó.

—Luego pasó lo de Lucas...—soltó una risa amarga, sabía que le costaba hablar en referencia a ese día.—Y sentí que todo se venía abajo. Nunca había pasado algo parecido y temía lo peor. Pero no sabes la paz que sentí cuando te vi entrar al departamento con las chicas. Sé que pudo ser un poco incómodo para ti, ya que en ese momento no habíamos cruzado ninguna palabra desde la discusión en Ibiza... Pero me sirvió mucho tener tu apoyo cuando más lo necesitaba... —su voz se rompió en lo último y esta vez no lo evitó más y rompió en llanto.

Para cuando me volteó a ver yo también me encontraba llorando, sabía que la había pasado muy mal con lo de Lucas, y cómo no con lo que había hecho, con solo recordarlo quería golpearlo. Alessia me abrazó y yo le correspondí.

—No tengo que perdonarte nada Ale, mi comportamiento también fue inadecuado, debí haberte dicho antes y no apresurarme.— me sinceré. —sabes que siempre estaré a tu lado para apoyarte, eres mi hermana.— nos separamos y ambas sonreímos.

•••

Habíamos llegado a la plaza con algo de dificultad, para este tiempo nos visitaban millares personas de todas partes del mundo, las calles estaban atestadas de gente emocionada haciéndolas más difícil de transitar.

Alessia y yo llegamos al lugar donde nos ubicábamos todos los años con nuestras familias, los chicos del equipo también andaban por aquí. De las chicas había visto a Vic y Ariana que bebían con euforia, a Alexandra la vi junto con sus hijos y Camila, Andrea, Noah y Joshua eran fotografiados, Kiara estaba con Ben.

—Tengo que decirte algo.— Ale llegó a la mesa con dos enormes vasos de cerveza por los que había ido hace unos minutos. Los puso en la mesa y se sentó. También, por suerte ya podía beber alcohol ya que había terminado el medicamento.

Tomé de mi cerveza y luego la miré curiosa.

—¿Sí? ¿Sobre qué?

Ella se lo pensó por unos segundos y luego se decidió a hablar.

—Cuando terminaste con Leon por el rumor de que te había engañado con Mathea decidí investigar por mi cuenta, tengo algunos contactos y...

Fruncí el ceño.

—¿Por que investigaste eso?— pregunté extrañada.

—Porque me dolió verte mal por eso y para ser sincera dudaba mucho que Leon regresara con Mathea, por favor, ambas sabemos lo horrible y tóxica que era su relación.— yo asentí de acuerdo con ella. —no te quería decir nada hasta estar segura, pasaron varios meses desde que comencé a indagar y hoy por fin me llegó la información que estuve esperando durante todo este tiempo...

—Y...

—Leon no te engañó.— soltó y tomó aire. —fue una treta de Mathea, lo citó en un lugar para verse por un "asunto urgente" pero antes le había pagado a un reportero de la revista que sacó la noticia para que estuviera ahí y pudiera fotografiarlos, luego sacaron todo de contexto, eso fue lo que pasó.— tomó su móvil y me lo tendió. Leí toda la información y para cuando llegué al final quería tirarme de cualquier puente por ser una estúpida.

—Leon me lo dijo tantas veces y yo decidí no creerle.— murmuré con la voz temblorosa jugué con los dedos de mi mano mientras procesaba la información. —arruiné todo.

—¿Por qué no vas y hablas con él?— Ale me dio una mirada compasiva y yo negué rápidamente.

—No puedo.— me tapé el rostro, sentía exasperación por todo el cuerpo y sentía la impotencia. —yo debí haber creído en él desde el principio, ¿cómo lo miro a la cara y le pido que me perdone por haber arruinado lo nuestro? No, no puedo...

Maldita inseguridad, siempre había tenido el sentimiento que no era lo suficientemente linda como para salir con alguien como Leon, y había recibido miles de esas críticas por redes sociales, había tratado de no prestarles atención, pero todo había sido en vano.

Mi mirada dio con él, estaba con la mayoría de los chicos del equipo bebiendo y esperando a que los fotografiaran.

Leon ahora era feliz, y yo no tenía derecho de si quiera pensar en él, porque al final yo había arruinado mi oportunidad, había arruinado lo que éramos y lo que pudimos llegar a ser.

WE BELONG | Leon Goretzka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora