— Harry, échame una mano!— llamó Hagrid roncamente desde la puerta, en la que estaba atascado de nuevo.
Contento de hacer algo, Harry le liberó, atravesó la cocina vacía y volvió al salón, donde la Señora Weasley y Sakura todavía estaban atendiendo a George. La pelirosa ya había detenido la hemorragia, ahora estaba apartada de los demás haciendo una pocion. Harry vio una limpia herida abierta donde había estado la oreja de George.—¿Cómo está?
— No podemos hacerla crecer, no cuando ha sido arrancada con Magia Oscura. Pero podría haber sido mucho peor… Está vivo — Dijo la señora Weasley, mientras Sakura seguia con los últimos ingredientes.
—Si, —dijo Harry — Gracias a Dios.
—¿He oído a alguien más en el patio? — preguntó Ginny.
— Hermione y Kingsley, — dijo Harry.
—Menos mal,— susurró Ginny, la cabeza de la pelirosa giró cuando sintio el chakra de Fred y Arthur seguidos del grito de él
— Probaré quien soy, Kingsley, después de haber visto a mi hijo, ahora apártate de mi camino si sabes lo que te conviene! — Harry nunca antes había oído al Señor Weasley gritar así. Irrumpió en el salón, su calva brillaba por el sudor, sus gafas estaban torcidas, Fred iba justo tras él, ambos pálidos pero ilesos.
—¡Arthur! — sollozó la Señora Weasley — ¡Oh, gracias a Dios!
— Cómo está? — Fred cayó de rodillas junto a George, El señor Weasley parecía haberse quedado sin palabras. Jadeó sobre el respaldo del sofá ante la herida de su gemelo como si no pudiera creer lo que estaba viendo. Quizás alterado por el sonido de la llegada de Fred y su padre, George se movió.
—¿Cómo te sientes, Georgie? —susurró Fred
—Como queso —murmuró.
—¿Qué le pasa? —croó Fred, con aspecto aterrado — ¿Su mente se vio afectada?
— Como queso — repitió George, abriendo los ojos y mirando a su hermano — Ves… tengo agujeros Fred, entiendes? — Dijo mientras se señalaba la cabeza, sakura sonrió apenas. La Señora Weasley sollozó más fuerte que nunca. El color fluyó a la cara pálida de Fred.
—Patético,— dijo a Fred intentando sonreír — Con el todo un mundo lleno de humor en orejas y tenias que decir como queso, das vergüenza
— Sigo siendo más guapo que tú,—dijo George, sonriendo a su madre bañada en lágrimas — Ahora al menos podrás distinguirnos, Mamá— Miró alrededor.— Hola, Harry… ¿eres Harry, verdad?
—Si, soy yo, — dijo Harry, acercándose al sofá.
—Bueno, al menos conseguimos que llegaras bien, — dijo George — ¿Por qué no están Ron y Bill rondando mi cama de enfermo?
—No han vuelto aún, Anata — Dijo Sakura con que se hacía notar con una poción en su mano. La sonrisa de George palideció, Fred miró a Sakura mientras se acercaba a su lado — Toma esto, te hará sentir mejor — Fred y Harry se movieron para dejar pasar a Sakura.
— Sabe a fresas? — le pregunto en un susurro
— Si, fresas con chocolate, ahora bébelo de una — George lo hizo y cuando el sabor pasó por su garganta quiso escupir todo
— Mentirosa — susurro por lo bajo, ella lo miró y su cabeza giró rápidamente al sentir dos presencias más, george acostumbrado a verla hacer lo mismo le preguntó — Quienes son?
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Magic School2☆
أدب الهواةsegunda parte de Mágic School☆ Estos años que le quedaban no serían fáciles, una batalla aguardaba. Armarios, fiestas, bodas, funerales. El regreso del que no debe ser nombrado. Se aproxima una guerra, quien ganará? Los personajes le pertenecer a...