— Señor Ollivander, siento molestarlo —dijo Harry.
— Mi querido muchacho — la voz de Ollivander era débil— Tú nos rescataste. Pensé que moriría en ese lugar, nunca podré agradecerte... nunca podré agradecerte... lo suficiente
— Estuvimos contentos de hacerlo.—Fingiendo una calma que no sentía, tomó a tientas la bolsa alrededor de su cuello y tomó las dos mitades de su varita rota.— Señor Ollivander, necesito ayuda.
— Lo que sea, lo que sea,— dijo el fabricante de varitas débilmente.
— ¿Puede repararla? ¿Es posible?—
Ollivander alzó una temblorosa mano, y Harry colocó las dos mitades apenas conectadas en su palma.— Acebo y pluma de fénix — dijo Ollivander con voz trémula.—Once pulgadas. Agradable y flexible.
—Sí -dijo Harry —¿Puede…?
— No— susurró Ollivander — Lo siento, de verdad lo siento, pero una varita que ha sufrido este grado de daño no puede ser reparada de ninguna manera que conozca.
Harry había estado esperanzado de escucharlo, pero era un soplo solamente. Volvió a coger las mitades de la varita y las volvió a colocar en la bolsa alrededor de su cuello. Ollivander se quedo mirando el lugar donde la varita rota había desaparecido y no dejó de mirar hasta que Harry tomó de su bolsillo las dos varitas que había traído de la casa de Malfoy.
— Puede identificar estas? —preguntó Harry.El fabricante tomó la primera de las varitas y la sostuvo cerca de sus pálidos ojos, girándola entre sus dedos, flexionándola suavemente.
— nuez y nervio de dragón— dijo— Doce pulgadas y tres cuartos. Inflexible. Esta varita pertenecía a Bellatrix Lestrange.
— ¿Y ésta? — Ollivander la examinó de la misma forma.
— Espino y pelo de unicornio. Diez pulgadas justas. Moderadamente flexible. Esta era la varita de Draco Malfoy.
— ¿Era? — repitió Harry — ¿Acaso no sigue siento suya?
— Quizás no. Si tu la tomaste…
—…lo hice…
— …entonces puede ser tuya. Claro, la forma de ver las cosas depende mucho también de la varita en sí misma. En general, si una varita ha sido ganada, su lealtad cambiará. —Hubo un silencio en el cuarto, excepto por el distante rugir de las olas.
— Habla de las varitas como si tuvieran sentimientos — dijo Harry— Como si pudieran pensar por sí mismas.
— La varita elige al mago—dijo Ollivander — Eso siempre ha sido obvio para los que hemos estudiado la sabiduría de las varitas.
— ¿Pero una persona puede usar una varita que no lo ha elegido? —preguntó Harry.
— Oh sí, si eres mago puedes movilizar tu magia a traves de casi cualquier objeto. Pero los mejores resultados siempre aparecen con la mayor afinidad entre varita y mago.
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Sakura aún seguía enredada entre los brazos de su prometido, miró por la ventana, ya era de noche, giró y pudo notar a Fred durmiendo, supuso que era todo el cansancio mental y lo último vivido. Salio de la cama delicadamente sin despertarlo, agarró la remera de él y se la colocó, caminó hasta la ventana.
— Creo que se te ha vuelto una manía mirar por la ventana
— Genial, ahora que quieres Inner?
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Magic School2☆
Fanfictionsegunda parte de Mágic School☆ Estos años que le quedaban no serían fáciles, una batalla aguardaba. Armarios, fiestas, bodas, funerales. El regreso del que no debe ser nombrado. Se aproxima una guerra, quien ganará? Los personajes le pertenecer a...