Magic School2☆

S

La mañana del 10 de octubre Sakura estaba desayunando con su compañero.

— Así que, ¿viajaron con Theo y luego se quedó acá? — Sakura no recordaba cómo la conversación había dado ese giro.

— Sí, él es un buen compañero de viaje y nos divertimos.— Draco asintió con la cabeza mientras intentaba comer el arroz con los palillos, se quedaron en silencio unos 5 minutos.

— ¿Están saliendo? — Preguntó repentinamente, Sakura lo miró mientras terminaba de masticar el arroz. El silencio duró unos segundos pero para Draco fueron eternos.

— No — contestó con simpleza — somos amigos nada más... — Él ocultó lo mejor que pudo su alegría y alivio, y asintió — Pero...

— ¿Pero? — se le escapó un poco de miedo en el tono.

— Pero, creo que podemos llegar hacer algo más... Theo es increíble y me mostró una parte de él que no conocía

— ¿Le quieres? — Ella asintió — ¿Le quieres como un amigo/hermano o románticamente? — Esta vez Sakura tardó más en responder, lo que que indicó a Draco que no estaba segura de lo que sentía.

— Aún lo quiero como un amigo... —Se formó un silencio mientras Sakura levantaba los platos que habían ensuciado

— ¿Crees que les caeré bien? — Sakura sonrio y camino hasta quedar frente a él

— Me caes bien a mí, estoy segura que les caerás bien, no te preocupes tanto, ¿si? — Draco subió sus manos hasta las mejillas de ella.

— ¿Te he dicho que eres increíble? — Sakura nego lentamente mientras sonreía — Que mala persona soy... pues eres increíble cerezo — se acercó aún más a ella y besó su frente. Sakura tuvo un dejavu, la única diferencia era que la persona que le había mostrado el mismo cariño ya no estaba con ella. Lo sostuvo por la cintura mientras sentía la calidez de los labios sobre su frente. Luego de unos minutos se separaron.

— Iré al hospital, tengo una cirugía de cinco horas, así que cuando vuelva quiero que estés listo porque luego nos iremos

— Yes mom — Sakura le mostró la lengua mientras salia, Draco río mientras la miraba. El clic de la puerta le indicó que se había quedado solo.

La primera hora estuvo viendo las fotos de la sala y de los cuartos, un recuerdo de alarma le vino a la mente al recordar que Sakura había perdido a sus padres el mismo año que la conoció.

Se puso a pensar en los años vividos en Hogwarts y como ella estaba en cada uno de sus memorias intentándolo ayudar sin importar nada.

Le gustó desde que cayó encima suyo en el tren, ese cabello exótico y esos ojos verdes fueron lo que lo condenaron.

— Tal vez si hubiera tenido otro pensamiento... — Sus ideas se fueron escapando de su mente cada tanto.

La tercera hora se puso a leer los libros que Sakura tenia bien acomodado en una pequeña biblioteca, entre ellos pudo ver que tenía los que él le había regalado.

A tan solo una hora de que Sakura volviera. Se buscó sus prendas para darse una ducha y esperar a su pelirosa.

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Sakura volvió dos horas más tarde de lo previsto. Cuando abrió la puerta Draco la estaba esperando y la recibió un fuerte abrazo, sin darle tiempo a reaccionar.

— ¿Sucedio algo? ¿Estas bien? — Draco asintió

— Estaba preocupado, llegas tarde — se separó de ella y le dio una mirada desaprobatoria