Capítulo 5.

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Lucas.

                   

                   
Esta chica me irrita. Sí que sabe como hacerlo. No tolero su torpeza, ni su atrevimiento, pero gracias a Dios sólo faltan unos días para que papá regrese y en cuanto lo haga le pediré que contrate a una persona que sí pueda hacer bien su trabajo.

                   
Me visto con unos pantalones cortos negros y una camiseta gris y bajo a la sala, me recuesto sobre el sofá y enciendo el gran plasma, busco algo interesante que mirar y no encuentro nada sólo hay películas románticas, series aburridas y un montón de películas que he visto antes.

                   
Apago la televisión y me decido por echar una siesta. Hoy ha sido un día muy largo, no he tenido tiempo para descansar.

                   
Estoy a punto de quedarme dormido cuando escucho fuertes pasos por las escaleras, abro los ojos y alzo la vista y me encuentro con la tonta y torpe chacha; quien hasta para caminar es torpe.

                   
Sus pasos se escuchan como una manada de elefantes por las escaleras y no es exageración.

                   
Camina hacia donde estoy y se para delante de mí, la miro y le hago saber que estoy molesto por la expresión que pongo en mi rostro.

                   
—Joven —dice.

                   
—Espero que sea importante porque acabas de fastidiar mi sueño.

                   
—Lo siento.

                   
—¿Qué quieres?

                   
—Yoo...

                   
—¿Qué diablos quieres? Habla ya —grito.

                   
—Yo estaba pensando en ir a descansar un momento y vine a ver si usted necesitaba algo.

                   
—Sólo necesito descansar.

                   
—¿Nada más?

                   
—No, nada más.

                   
—¿Quiere que le prepare algo de comer?

                   
Torpe, Atrevida y Sorda ¿Hay algo más que necesito saber de esta chica para soportarla menos?

                   
—¿Qué de no necesito nada más no has entendido? ¿Acaso debo deletrearlo para ti?

                   
—No.

                   
—Entonces vete y que ni se te ocurra volver a molestarme otra vez.

                   
—Sí, con su permiso —se da la vuelta y mis estúpidos ojos bajan a sus lindas piernas.

                   
¿Lindas piernas? Claro que yo no pensé eso. ¿Cómo se me ocurre pensar que sus piernas son lindas? Esta chica no es linda y nada en ella lo  es.

                   
—¡Bianca! —grito antes de que termine de subir las escaleras.

                   
Ella se detiene y vuelve la mirada hacia mí.

                   
—Prepárame un sándwich y traeme algo de tomar.

                   
Baja las escaleras y la veo marcharse a la cocina.
Tomo el control remoto, enciendo la televisión, paso varios canales y me detengo en una película de acción que me llama un poco la atención.

Tú, eres mi perdición. #prettyawards1e #UniversalAwards2021#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora