Mónica.
Me he pasado todo el día llorando de un rincón a otro de la casa. Yo no soy así, no me considero una persona débil. Con el paso del tiempo aprendí a no dejarme herir por cualquier cosa, pero hoy no consigo parar de llorar por más que lo intento.
Este chico sí que sabe como herir los sentimientos de los demás. No puedo olvidar las palabras tan crueles e hirientes que me dijo.
<¿Qué mierda crees que voy a pensar de ti, eh? ¿Qué eres una cualquiera por haber dejado que te tocara de esa forma? Ni Siquiera te follé, así que deja de actuar así.>
Me ha llamado cualquiera por haber dejado que me tocara. Esto me pasa por tonta, nunca debí haber permitido que él pusiera las manos sobre mi jamás. En fin, para él seré como cualquier otra chica.
No puedo creer que haya sido capaz de preguntar que me ocurría cuando tropezó conmigo por el pasillo y me vio llorar. No creo que a él le importe lo que le pasé a nadie porque no tiene sentimientos.
Después de llevar el cesto de ropa al cuarto de lavandería, vuelvo a mi habitación y me encierro allí.
Tomo mi celular y le marco a la única persona que puede ayudarme en un momento como este o más bien, entretenerme con cualquier cosa y hacerme olvidar esto.
—¿Dolly? —escucho la somnolienta voz de Ally. <¿Estaba dormida, qué hora es? —miro el despertador en la mesilla que marca las 8:30 pm.
Claro, olvidé que esta es la hora de la siesta de Ally.
—Hola Ally, perdona por haberte despertado, olvidé...
—No pasa nada, ¿Cómo estás?
—Bien, supongo.
—¿Supones? ¿Qué tienes?
—Nada Ally. No me hagas caso, mejor háblame de ti, ¿Cómo te va?
—No muy bien, porque apenas te veo un día a la semana y es cuando vas a la Uni. Te extraño mucho Dolly.
—Yo también te extraño Ally.
—¿Hoy estás en el trabajo?
—Sí, pero mañana salgo libre y pasaré por tu casa.
—¡Qué bueno! Te estaré esperando y tengo algo súper que contarte.
—¿Qué es?
—Te lo contaré cuando vengas a casa.
—Yo también tengo algo que decirte.
—Dime.
Hago una pausa, luego hablo —Es que, creo que me estoy... —paro de hablar.
—¿Qué te estás qué? —pregunta Ally.
—¿Sabes qué?, Mejor olvidalo. Esto no tiene sentido.
—Habla ahora Dolly o acabaré contigo en cuanto te vea —insiste.
—De verdad es una estupidez Ally.
—¡Habla!
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Tú, eres mi perdición. #prettyawards1e #UniversalAwards2021#
Teen FictionMónica es la sirvienta en la casa de la familia Colton, donde solo vivía el señor Jack, el dueño de la casa, luego de un año; Lucas, el hijo de Jack decide regresar de su viaje por Inglaterra. Lucas ha estado siempre acostumbrado a no hacer nada y a...