Capitulo 77.

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Lucas.

—Buenos días —la voz de María, la nueva empleada de papá me sorprende en la cocina, mientras me encuentro sentado en una de las sillas de la barra tomándome una taza de café para aliviar el dolor de cabeza que tengo, producto de la resaca.

—Buenos días —le devuelvo el saludo.

—¿Quiere que le sirva el desayuno ya?

—Muchas gracias. Estoy bien así.

—¿Seguro que no quiere comer nada? Mire que preparo un caldo delicioso para los problemas del corazón —toca uno de mis hombros y volteo el rostro para verla sonriéndome —Tengo un hijo de su edad y ya me conozco de sobra esos síntomas. Aunque le cuento que a él le preparo este caldo cada semana —hago un pequeño esfuerzo en regresarle una sonrisa.

Cuando papá la contrató, yo ya me estaba quedando en mi departamento, pero venía a casa cada cierto día y la conocí. María es una señora morena, de estatura mediana, me parece alguien agradable y siempre que estoy aquí ella busca la manera de entablar una conversación conmigo y termina contándome algo nuevo de su vida.

Hasta ahora sé que es divorciada, ya que había sufrido maltratos al lado de su pareja, tiene dos hijos, pero al más pequeño se lo ha llevado su padre y ella está tratando de conseguir la custodia.

Ella no ha podido llenar el vacío de Mónica en esta casa y nunca lo hará, pero al menos papá se siente a gusto con ella.

—Lucas —veo a papá entrar a la cocina y por la hora que es pensé que ya se encontraba en la empresa, pero ni siquiera trae ropa de trabajo —¿Puedes venir un momento a mi despacho conmigo? Debemos hablar —esto ya lo veía venir. Sabía que no pasaría por alto todo lo que pasó anoche.

—Sí —asiento y me pongo de pie

—Espero que se mejore pronto —dice María.

—Gracias —le sonrío por última vez antes de caminar fuera de la cocina con papá.

Cuando llegamos a su despacho, ambos tomamos asiento y en cuanto la mirada de papá se posa sobre mí, el nerviosismo intenta apoderarse de mí, pero no dejo que lo haga y decido ser el primero en hablar.

—Estoy dispuesto a lo que sea por ella. Incluso si eso implica que tengas que olvidarte que soy tu hijo.

—Te lo advertí, Lucas y tú me lo prometiste —por su tono no parece estar molesto, pero su rostro dice todo lo contrario —Me dijiste —

—Sé lo que prometí y tú siempre has sabido que yo no sé mantener una promesa.

—¡Esto no se trataba de uno más de tus tonteos, Lucas! —golpea con una mano su escritorio y aumenta el tono de su voz. Ahora sí se le ve molesto —Sé que para tí todas las advertencias representan un reto, pero Mónica no lo era. Nunca debiste haber cruzado esa línea.

Es tarde ya para eso. Esa línea había sido cruzada desde el primer momento en que la tuve frente a mí; en cuanto mi mirada se encontró con ese color café de sus ojos y a pesar de la inocencia y ternura que emanaba, todo en ella indicaba peligro. Sabía que esa chica sería mi perdición. Y aquí me tiene: perdido y sin rumbo.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2021 ⏰

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Tú, eres mi perdición. #prettyawards1e #UniversalAwards2021#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora