Capítulo 6

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Dinamarca, finales del s. VIII -comienzos del s. IX

-Adiós, Gisela... ¡al fin voy a ser humana! -dijo Serenity feliz- pero os voy a echar mucho de menos a todos... -dijo ahora poniéndose triste -por supuesto no voy a despedirme de mis padres porque si se enteraran evidentemente no me dejarían...

-¡Y con razón! -remarcó Gisela

-Bueno, ahora mismo me voy a la superficie a convertirme en humana...

-¿Puedo ir contigo? -preguntó Gisela

-Claro que sí, primita... ¡vamos! -dijo Serenity

Las dos primas se fueron a la superficie y allí, Serenity se bebió la poción que le dio el gigante Aegir.

Y enseguida, después de que la sirena deseara ser humana, la cola de Serenity se envolvió por una especie de tornado y se dividió pasando a ser dos bonitas y lindas piernas.

Serenity se convirtió en una preciosa humana con dos hermosas piernas y tenía una cintura estilizada y muy esbelta, pero pudo observar que no era una chica lo que se dice alta.

-Bueno, no está mal... la poción estaba un poco asquerosa pero bueno... el resultado no se puede discutir... ¡tengo piernas! -gritó eufórica

-Sí, pero los humanos van vestidos... -intervino Gisela asomando la cabeza desde el agua y exponiendo los conocimientos que tenía sobre los humanos

-Sí, ¿pero adónde voy a encontrar ropa aquí?

-Podías habérsela pedido a Aegir...

-Sí, claro y me hubiera dicho que me buscara la vida... ¿no crees que ya le pedí bastante? además, me dijo que despertar a aquellos hombres era lo último que iba a hacer por mí... -dijo Serenity

-Bueno, no tienes ropa, pero los cabellos te tapan la parte de arriba... en cuanto a la parte de abajo...

puedes coger las hojas de esa planta y hacerte eso que los humanos llaman "falda"... -sugirió Gisela

-¡Buena idea, Gisela!

Y eso fue lo que hizo Serenity.

-Bueno, no está tan mal... por lo menos hasta que encuentre algo mejor... -dijo Serenity

-Tu padre te matará cuando se entere...

-Eso será si se entera, ¿no, primita? -le preguntó mirándole de una manera que no podía ser más significativa

-No será por mí, tranquila... puede que a veces sea una bocazas, pero te juro que esta vez no le diré nada, además yo también quiero convertirme en humana, no vas a ser tú la única que se divierta... -dijo Gisela -aunque no sé cómo...

-Oye, primita, ¿me podrías hacer un favor? -preguntó Serenity

-Claro, ni más faltaba... ¿qué?

-¿Podrías traerme mi libro de los humanos? es que ahora que soy humana lo necesitaré... -pidió Serenity

-Está bien... ¿sabes dónde está?

-No, la última vez que lo vi, me lo quitó mi padre... y no tengo ni idea de qué puede haber hecho con él...

-Pues ya puedes ir despidiéndote de ese libro... si te lo quitó tu padre, debe de estar destruido y con las páginas arrancadas... -dijo Gisela -pero en fin, si te sirve de algo, lo buscaré e intentaré encontrarlo... o por lo menos saber qué fue de él... -agregó

El amor del vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora