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Dinamarca, finales del s. VIII -comienzos del s. IX
-Adiós, Gisela... ¡al fin voy a ser humana! -dijo Serenity feliz- pero os voy a echar mucho de menos a todos... -dijo ahora poniéndose triste -por supuesto no voy a despedirme de mis padres porque si se enteraran evidentemente no me dejarían...
-¡Y con razón! -remarcó Gisela
-Bueno, ahora mismo me voy a la superficie a convertirme en humana...
-¿Puedo ir contigo? -preguntó Gisela
-Claro que sí, primita... ¡vamos! -dijo Serenity
Las dos primas se fueron a la superficie y allí, Serenity se bebió la poción que le dio el gigante Aegir.
Y enseguida, después de que la sirena deseara ser humana, la cola de Serenity se envolvió por una especie de tornado y se dividió pasando a ser dos bonitas y lindas piernas.
Serenity se convirtió en una preciosa humana con dos hermosas piernas y tenía una cintura estilizada y muy esbelta, pero pudo observar que no era una chica lo que se dice alta.
-Bueno, no está mal... la poción estaba un poco asquerosa pero bueno... el resultado no se puede discutir... ¡tengo piernas! -gritó eufórica
-Sí, pero los humanos van vestidos... -intervino Gisela asomando la cabeza desde el agua y exponiendo los conocimientos que tenía sobre los humanos
-Sí, ¿pero adónde voy a encontrar ropa aquí?
-Podías habérsela pedido a Aegir...
-Sí, claro y me hubiera dicho que me buscara la vida... ¿no crees que ya le pedí bastante? además, me dijo que despertar a aquellos hombres era lo último que iba a hacer por mí... -dijo Serenity
-Bueno, no tienes ropa, pero los cabellos te tapan la parte de arriba... en cuanto a la parte de abajo...
puedes coger las hojas de esa planta y hacerte eso que los humanos llaman "falda"... -sugirió Gisela
-¡Buena idea, Gisela!
Y eso fue lo que hizo Serenity.
-Bueno, no está tan mal... por lo menos hasta que encuentre algo mejor... -dijo Serenity
-Tu padre te matará cuando se entere...
-Eso será si se entera, ¿no, primita? -le preguntó mirándole de una manera que no podía ser más significativa
-No será por mí, tranquila... puede que a veces sea una bocazas, pero te juro que esta vez no le diré nada, además yo también quiero convertirme en humana, no vas a ser tú la única que se divierta... -dijo Gisela -aunque no sé cómo...
-Oye, primita, ¿me podrías hacer un favor? -preguntó Serenity
-Claro, ni más faltaba... ¿qué?
-¿Podrías traerme mi libro de los humanos? es que ahora que soy humana lo necesitaré... -pidió Serenity
-Está bien... ¿sabes dónde está?
-No, la última vez que lo vi, me lo quitó mi padre... y no tengo ni idea de qué puede haber hecho con él...
-Pues ya puedes ir despidiéndote de ese libro... si te lo quitó tu padre, debe de estar destruido y con las páginas arrancadas... -dijo Gisela -pero en fin, si te sirve de algo, lo buscaré e intentaré encontrarlo... o por lo menos saber qué fue de él... -agregó
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El amor del vikingo
FantasyHistoria sacada de mi baúl de los recuerdos. Me la inventé de niña. Es una novela romántica. Un romance entre un vikingo con un ser muy especial. Hay batallas entre dioses nórdicos, vikingos, y todo tipo de seres mágicos. Pero sobre todo amor y roma...