Capítulo 14

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14

Aquella mañana...

-Ian, tienes el poder del fuego...

-¿Ah, sí?

-¿Por qué te crees que tus ojos se vuelven rojos y centelleantes como el fuego cuando te enfadas? es la rabia y las fuertes emociones lo que te conducen e inducen a que tus poderes salgan fuera... tienes que canalizar tu ira, de modo que tú controles tus poderes y no ellos te controlen a ti... -le explicó su maestro, el dios Tyr

-Vale ¿y cómo consigo eso? ¿cómo controlar mis poderes? ¿qué puedo hace para que salgan de mí cuando yo quiera y no cuando ellos quieran? es decir, sólo ocurre cuando me enfado...

-En eso estamos... en que aprendas a controlarlos...

-Veamos, hoy, en vez de calentar los músculos como hacemos siempre, haremos una práctica con los poderes... a ver, para empezar, concéntrate... siente como todas tus energías corren por tus venas... tienes que motivarte, comenzaremos por algo fácil y sencillo para ti, esperemos... si tus poderes sólo se muestran y manifiestan cuando te enfadas, intenta pensar en algo que haga que pierdas los estribos... -le dijo Tyr

Ian pensó en lo que más le irritaba y lo que no podía soportar de ningún modo, lo que más le ponía furioso: que hicieran daño a Serenity, entonces se le ocurrió pensar en el sueño que tuvo cuando aquel diabólico ser, que era un monstruo, intentaba despojar, forzar y violar a la muchacha que más le importaba.

De pronto, Ian se sintió colérico y sus ojos volvieron a ponerse de un profundo rojo intenso, sus poderes le brotaban y volvió a empezar a emitir una luz roja que lo envolvía por todo el cuerpo-

-¡Vamos, expúlsalos! -le ordenó el dios al ver el estado en el que estaba Ian -¡lánzalos!

Ian volvió a su estado normal y sin saber por qué no pudo controlar ni producir el ataque.

Ian cayó al suelo.

-¿Te encuentras bien? -le preguntó su entrenador, Tyr, ofreciéndole la mano para ayudarlo a levantarse

-Sí, es sólo que me agota... me deja muy cansado...

-Por lo menos esta vez no te has desmayado... claro que ni siquiera has ejecutado el ataque... -le dijo el dios -es normal que te canse, tienes mucho poder, sólo que todavía no sabes ni puedes controlarlos... ahora sabemos que es lo que te impulsa y motiva, tu estímulo para que aparezcan y se revelen... sólo nos resta averiguar cómo y de que forma puedes controlarlos para efectuar el ataque preciso o adecuado... tendremos que trabajar mucho...

Serenity jugaba con los niños vikingos en la playa.

Jim la iba a visitar a menudo a escondidas de Gisela. Ese día, su sobrino la vio con los niños.

Estaban jugando a lo que en la actualidad llamamos "la gallinita ciega". Un niño se tapaba los ojos con un trapo, mientras intentaba atrapar a los otros, que le huían y cuando capturaba a uno tenía que adivinar de quién se trataba, era un juego que aumentaba los sentidos de los niños.

Jim lo vio y pensó que le gustaría jugar con aquellos niños, a ese juego también jugaba él con sus amigos en el mar. Pero no podría jugar con los niños vikingos porque no tenía piernas y no podía correr, y mucho menos salir a tierra.

Serenity miró al mar y allí vio a su sobrino sentado en una roca observándola a ella y a los pequeños.

-¡Esperadme chicos! ¡ahora vuelvo! -les dijo Serenity a los niños

El amor del vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora