Capítulo 15

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15

Jim seguía visitando regular y continuamente a su tía Serenity. Y un día, que estaba hablando con ella, aparecieron los niños vikingos y lo descubrieron.

-¡Es un sireno! -exclamó un pequeño vikingo -pero no puede ser... mi papá me dijo que las sirenas no existen...

-¡Jim, espera, no huyas! ¡no te vayas! -le dijo Serenity -quiero presentártelos, para que tú mismo veas y compruebes que los humanos no son todos iguales ni malvados...

-Bueno vaaale, está bien, me quedaré... -aceptó por fin el sireno

-Chicos -dijo Serenity -quiero presentaros a mi sobrino, Jim -se los presentó la ex sirenita

-¡Hola, Jim! ¿quieres jugar con nosotros? -le preguntaron todos a la vez

Jim sonrió.

-¡Claro que sí, por supuesto! -respondió Jim contento de hacer nuevos amigos -¿pero a qué jugamos?

-¡Podemos hacer una carrera nadando, a ver quien gana! -sugurió uno de los niños vikingos

-¿Sabéis nadar? -les preguntó Jim entusiasmado y asombrado a la vez

-¡Pues, claro! ¡todos aquí sabemos nadar! bueno casi todos, porque tu tía, Serenity no sabe...

-¡Eh! que yo antes sabía... cuando era sirena... y era una gran nadadora, nadaba muy rápido... -intervino Serenity protestando

-¡Es verdad! si tu sobrino es un sireno... tú también eres una sirena ¿no? -preguntó otro niño curioso

-Sí, lo era... -contestó Serenity

-¿Y cómo te convertiste en humana? -preguntó otro niño

-Tomé una poción que me dio piernas...

-Ah... -dijeron todos a la vez

-Y ahora, ¡a jugar! -respondió Serenity para evitar que continuaran preguntándole porque sabía que los niños pequeños tanto humanos como sirenos eran muy curiosos, cotillas y chafarderos -¡venga, vamos!

-¡Sí, a ver quién es capaz de ganarme! -dijo Jim

Todos los niños se tiraron al agua.

-Muy bien, preparados... listos y...

¡ya! -dio la salida Serenity

Todos empezaron a nadar, por supuesto Jim estaba en cabeza, pues tenía ventaja.

-¡No os vayáis muy lejos! -gritó Serenity preocupada porque no les pasara nada a los niños, aunque sabía que si algo ocurría, Jim los ayudaría y salvaría porque se había dado cuenta de que aunque en un principio Jim odiaba a los humanos ahora había cambiado de opinión al ver a su tía jugando con ellos

-Pareces una madre preocupada por sus hijos... -dijo Sven que había visto la escena

-¿Tú crees?

-¿Has pensado si te gustaría tener hijos? -le preguntó Sven

-Por supuesto que me gustaría, me encantaría... mis hermanas tienen muchos hijos... y yo no conozco ni a la mitad de mis sobrinos... Jim... Jim es mi sobrino favorito... yo me encargué de él y lo cuidé desde que era sólo un bebé, y eso que yo sólo tenía siete años... además, su primera palabra fue "tía"... -dijo Serenity recordándolo

-Estoy seguro de que algún día serás la mejor madre de todas...

-No exageres... he visto como lo hacen las mujeres de aquí y lo hacen muy bien... crían y alimentan muy bien a sus hijos... -dijo Serenity

El amor del vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora