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Se desplazaron en la motocicleta por horas y al anochecer, pernotaron entre los árboles. El camino era de tierra y sin rastro de civilización; el firmamento se mostraba más brillante que nunca, copado de aquellas resplandecientes estrellas, las cuales en su mayoría habían muerto hacía millones de años.
Abrieron una lata de atún y le degustaron mientras bebían de una botella de coca-cola. El pescado tenía buen sabor, aunque la gaseosa estaba caliente. No era la peor cena que Nova había tenido, aunque tampoco la mejor. Su relación con la comida seguía siendo complicada, pero Perry insistió en que ¨debía alimentarse y recuperar fuerza, ya que el viaje les sería largo¨. Le obedeció, aunque después, cuando él se hallaba dormido, caminó hasta un matorral y vomitó. Algo estaba mal en ella, siempre lo había estado. Su alma era defectuosa, pero al menos ahora, no se sentía sola. Tenía alguien con quien compartir aquella vida, que tampoco encajaba dentro de la sociedad y que verdaderamente la comprendía.
Le observó dormir y le acarició el pelo.
—¡Lo has hecho de nuevo! —Se removió, luego, abrió los ojos—. Quedárteme viendo mientras duermo como una maldita acosadora.
—Es tu culpa, por ser tan jodidamente lindo.
Se reclinó sobre él, y se acurrucó sobre su pecho.
—¡Qué! —le preguntó Nova al notar su sonrisa.
—Es solo que...Me alegro de que estés aquí.
*
Cuando la patrulla de policía arribó a la zona, era demasiado tarde. Los adolescentes se habían fugado y sus tutores legales se encontraban al borde de la histeria. Vivian se imaginaba lo peor, le atormentaba la idea de que su hija estuviese muerta. Raymond por su parte se preocupaba por el chico, a quien había criado como a un hijo. Por la mañana, reportaron sus desapariciones y la mansión pronto se llenó de agentes, quienes le hicieron las preguntas de rigor, pero también aprovecharon la oportunidad para profundizar en su investigación.
—¿Nos permitiría revisar el resto de la casa? Puede que encontremos algún indicio sobre el paradero de los jóvenes —le persuadió el agente Banks. No contaban con una orden judicial, por lo que requerían de la autorización del propietario para revisar el lugar a fondo.
Raymond estaba desesperado, así que accedió.
Los agentes llamaron al equipo de criminalística; gracias a estos, hicieron dos hallazgos determinantes para su caso. Sangre en la tapicería de un sedán aparcado en la cochera, la cual luego se corroboró coincidía con el ADN de Anthony Russo (Alias: Aarón Ramírez).
Pero lo más importante fue que hallaron un cadáver. Los perros sabuesos les guiaron hasta el punto exacto donde había sido enterrado. El cuerpo descuartizado yacía oculto bajo un frondoso arbusto y presentaba un avanzado grado de descomposición.
—Con toda esta evidencia, la fiscalía podrá sustentar una acusación —dijo Oliver.
—Sí pero primero debemos encontrarlos. De nada sirve ir a un tribunal si nuestros principales sospechosos están fugitivos —contestó Lois.
—Les atraparemos, ¡sé que lo haremos! ... Voy a comunicarme con el jefe, creo que lo mejor será que solicitemos refuerzos y alertemos a los agentes en la frontera del Estado.
*
Al amanecer, retomaron el viaje. Para el mediodía habían atravesado la entrada del parque nacional de las Grandes Montañas Humeantes. La cabaña que Erik Samuels le había heredado se ubicaba sobre una empinada colina de aquella cadena montañosa situada en la frontera entre Tennessee y Carolina del Norte. Tuvieron que bajar de la motocicleta, para transitar a pie por un par de kilómetros.
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Oscura Redención
Mystery / ThrillerUn joven solitario y torturado, se obsesiona con una chica misteriosa. Lo que comienza como una rivalidad, se convertirá en un profundo entendimiento. Ellos experimentarán el primer amor, con toda su intensidad y angustia. ❝¿Qué estás dispuesto a h...