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     Transcurridos algunos días, Vivian y Raymond finalmente les dieron el anuncio.

—Vamos a casarnos.

La revelación no fue bien recibida por los adolescentes; por diferentes motivos. Nova sabía que, de llevarse a cabo el casamiento, no habría manera en que pudiese librarse de Perry. Quisiera o no, él siempre sería parte de su vida. Perry por otro lado, pensaba en las implicaciones legales; al morir Alice y Richie, él se había convertido en el heredero legítimo de Raymond, y se había hecho la idea de que la mansión y demás propiedades del adinerado sujeto serían suyas eventualmente; pero si este contraía matrimonio de nuevo, sería su esposa quien se quedase con todo. Eso, él no lo iba a consentir, y para su alivio, encontró una aliada.

—¡No podemos permitir que esa boda se lleve a cabo! —declaró, entrando a su habitación.

Perry le sonrió.

—¿Qué tienes en mente? —dijo; estaba dispuesto a probar otras opciones, aunque si todo aquello fallaba, consideró, que siempre podría cometer un homicidio.

—Mamá intentó suicidarse tras el divorcio, una noche enloqueció y se tragó un pote entero de pastillas para dormir... Eso por poco le hace perder mi custodia legal... ¡Raymond no lo sabe!, ella teme que él la rechace por lo que pasó a su primera esposa (la tal Alice).

—Eso podría funcionar, o al menos crear el suficiente drama para que aplacen la boda por un tiempo.

—Pero ¿cómo se lo haremos saber a Raymond?... Yo no puedo ser quien se lo diga, ¡mamá jamás me lo perdonaría!

—Tranquila, ya se me ocurrirá algo. Pero dime, ¿por qué quieres separarlos?

—¿No es acaso obvio? ¡No quiero estar emparentada contigo!...¿qué te impulsa a ti?

—Lo mismo—evadió. Luego, le haló por la tela del pijama y la hizo derribar sobre su cama.

—¿Qué haces? —se quejó Nova, cuando el varón se le subió encima. Sus intenciones fueron bastante claras, pero ellos nunca se habían atrevido a tener sexo a esas horas de la noche, cuando los adultos estaban en casa.

—Planeo darte una buena follada. —Le besó la boca largamente, le mordisqueó los labios y le manoseó por encima del top que llevaba puesto—. Ahora, sé buena conmigo, y quítate toda la ropa.

Nova se desnudó y le permitió explorar su cuerpo. Perry le chupó los pezones y luego, pasó la lengua por sobre su abdomen y pelvis hasta perderse entre sus labios vaginales. La lamió con hambre porque se había vuelto adicto a sus fluidos; ella era agría, salada y levemente dulce, engullirla le produjo una erección, por lo que se desabrochó el pantalón y le exhibió su pene. Deseó sentir su boquita alrededor de su glande, que se lo mamara profundo como de seguro se lo hacía al maldito de Alex.... Aquel pensamiento lo embargó de rabia; y por eso, obró hacia ella con violencia.

La aferró de los cabellos y dirigió su cara hasta su entrepierna, no tuvo que decirle que hacer, ella actuó por instinto. Lo lamió, pasando su tibia lengua por la punta de su pene y por el tronco, mientras lo masturbaba con sus suaves manos; después, lo absorbió en su garganta, y siquiera se apartó cuando se vino en semen. Perry empujó sus caderas, taladrándole la boca mientras afirmaba que era una zorra, pero después se portó de un modo anormal; limpió su barbilla con los dedos, y le dio un besito afectuoso en los labios.

—Tu boca tiene esta forma rara en el borde superior...es primorosa —le expresó—, cada cosa en ti es primorosa, Nova.

El repentino cambio, le causo desconcierto; él tenía la habilidad de hacerle sentir cual, si fuese una escoria, para después, enaltecerla.

Oscura RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora