Oscura Redención

30

-------- ≪ ◣◀◣ ≫ --------   

   Transcurridas varias semanas el departamento de policía de Redemption Valley logró hacer algunos indicios importantes; la muestra de ADN recabado en la victima coincidía con el de tres casos más ocurridos dentro del Estado de Carolina del Norte; lo que les llevó a determinar que el perpetuador del crimen habría de ser un depredador serial, quien tenía predilección por jóvenes mujeres, rubias y de baja estatura. A todas las había raptado, drogado y sodomizado. Una de estas, llamada Eliza Moore, una estudiante del condado Wake, había podido describir las características físicas de su agresor sexual, y con esa información, se había realizado un retrato.

—¡Aarón Ramírez! —exclamó la detective Lois Porter tras ver el dibujo que se proyectaba a través de su computadora—. Este es nuestro tipo... Aunque ese no es su verdadero nombre, ha estado usando papeles de identidad falsos para hacerse dentro de las escuelas del Estado.

—¿Es el profesor desaparecido? —su compañero, el detective Oliver Banks refutó.

—Sí, el mismo... Aunque ese incendio ocurrido dentro de su casa desde un principio me pareció sospechoso.

—¿Crees que el sujeto inventó todo esto?

—Sí, eso creo. Que violó a esa chica y después, quemó todo y se largó del pueblo.

—Pero ¿qué hay de toda esa sangre suya que detectamos sobre los escombros de la cabaña? Fueron litros, Lois... Yo aún no descartó el que se hubiese cometido un homicidio.

—De acuerdo, pero definitivamente, todo está conectado —la detective Porter dijo—. Debemos contactar a Nova Campbell, tal vez ella logre recordar algo más.

*

    El director Anderson notificó por el altoparlante que "debía presentarse en su oficina de inmediato". Nova recogió su cuaderno, lo introdujo dentro del bolso y se lo colgó sobre el hombro; luego, salió del aula de clases.

Recorrió el pasillo hasta la oficina administrativa. Al llegar allí, y ver a los dos agentes de policía, concibió miedo.

Estos le hicieron sentarse, y le dieron la noticia.

—Hemos identificado a tu atacante. Se trata de un depredador serial, hay otras tres víctimas en el Estado de Carolina del Norte, y creemos que también está involucrado con otros casos ocurridos en Nueva York... —dijo la mujer colocando el retrato sobre la mesa. Nova miró la imagen y no tuvo que fingir; al verlo, sintió verdadero espanto—. ¿Lo reconoces?

—Sí, es Aarón Ramírez. Mi maestro de Literatura.

—En realidad se llama Anthony Russo... No es de origen latinoamericano, sino italiano. Pero vivió un tiempo en México, allí aprendió español. Ha estado usando una identidad falsa desde hace varios meses.

—Nova necesitamos más detalles sobre lo que sucedió esa noche... Dices haber estado drogada todo el tiempo, y que por eso no recuerdas nada. Pero las trazas de narcótico en tu sangre no eran tan altas; te dieron a inhalar cocaína que es un estimulante, pero que no distorsiona la realidad... —expresó el detective Banks con un tonito acusatorio; a diferencia de su compañera, este no era amable y la miraba de un modo inquisitivo, como si estuviese analizando sus expresiones faciales, en busca de algo que la delatase.

—¡Qué quiere de mí! —exclamó ofendida. Se esforzó en mantener la patraña porque la libertad de Perry dependía de ello—. Desea que le describa con lujo y detalle el infierno que viví ese día. De acuerdo, le haré un perfecto resumen... Ese malnacido me apaleó todo el cuerpo, me arrancó la ropa, y me penetró el ano y la vagina con infinidad de objetos mientras se burlaba y me insultaba; pero no se dio por satisfecho y tuvo que penetrarme el mismo. Tomó viagra y por eso el pene nunca se le bajó. Siguió duro (dentro de mí) por horas mientras yo chillaba porque dolía, ¡maldita sea! Me dolía muchísimo y no lo deseaba. Sentía asco de mí misma y de él... Llegó el amanecer y todo en lo que podía pensar era en morir. Entonces me desvanecí y desperté en ese hospital, no tengo idea de cómo llegué a ese lugar.