Capítulo 5.

283 30 13
                                    

Una de sus manos se deslizaban sobre el pomo de la entrada. Inspiró hondo, antes de abrir la puerta que daría inicio a su esperada libertad. Hikari se sacudía inocentemente en sus brazos, mientras jugaba a enredar sus manitas en el largo y despeinado cabello de su madre, aún adormilada.

El apartamento se encontraba en completo silencio, exceptuando los gorjeos de la más pequeña. 

De repente, Rorēna pudo sentir una presencia a escasos centímetros de su espalda, sintiendo en su nuca el aliento de su contrario. Se giró, asustada, disponiéndose en una inconsciente postura de defensa.

Fue allí cuando expresó un gesto de sorpresa, al ver al joven que usualmente se le aparecía. Refregó sus nudillos sobre sus ojos, intentando librarse, en vano, de aquellas visiones que tanto le atormentaban.

- ¿Has llegado al fin a una conclusión? - Preguntó este, apoyando su espalda contra el marco de la puerta, impidiendo el paso a la mujer. 

- ¿Qué es lo que quieres? - Rebatió, apartándole. - Ahora mismo sólo debo preocuparme en salir de aquí. -

El muchacho rió. - Nunca estarás a salvo. - Concluyó, disponiéndose serio. - Aún así, he intentado poner de mi parte. -

Rorēna esbozó una media sonrisa, irónica. - Ahora resulta que todo el mundo quiere ayudarme. -

- Créeme que es más por mí que por ti. - Dispuso. El pelinegro agarró el mentón de la adulta, causando que ambos se observaran fijamente. - Mírame. - Ordenó. - ¿Qué es lo que ves? -

La mujer decidió indagar más sobre los llameantes iris del hombre, mientras era conquistada por un fuerte sentimiento de familiaridad. 

*** Flashback

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*** Flashback. ***

Rorēna intentaba controlar su respiración, para conseguir tranquilizarse. Vestía un atuendo de protección Ghoul y portaba un arma, cuyas balas podían atravesar fácilmente el cuerpo de cualquiera de ellos.

El ascensor se paró, marcando el piso 4. En este, se encontraban los reclusos más peligrosos, el rango SSS.

Abrió la celda que se le había mandado visitar, encontrando, agazapado en una esquina, a un joven Ghoul.

Este último había sido acusado de ser uno de los mayores asesinos en los últimos meses, acabando con la vida de centenares de chicas adolescentes, de las maneras más crueles posibles.

Ambos se miraron, confusos.

Esta se sentó frente a él.

Monstruo. (Renji Yomo - Tokyo Ghoul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora