24 ° Razones

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- ¡Auch!

- Ya voy a terminar...

JongHoon dejó de lado el algodón con residuos de sangre. Buscó la cinta y cubrió con cuidado la herida que había quedado en el pómulo del castaño.

- Listo. - dijo mientras tomaba acomodaba las cosas sobre la mesa de noche.

- Gracias. Y perdón... No debí haberme ido con él. Tampoco debí ignorarte cuando estabas tan triste y molesto... ésa estúpida escuela se perdió de un maravilloso maestro. - Kyu le dedicó una tenue sonrisa. Era como si el universo hubiera conspirado contra ellos, o mejor dicho, contra él. Al final de ni ser por sus tonterías nada de eso hubiera pasado... Bueno, lo del asalto si que fue una mala sorpresa.

Jong movió la cabeza, sentadose a lo indio sobre la alfombra.

- Ya pasó. No importa. Lo importante ahora es que esos tipejos no te hicieron nada más...

- Sí importa,-interrumpió Cho con insistencia- estuviste al borde de terminarme... ¿Aún quieres que esto acabe?

El contrario volvió a mover la cabeza, con una sonrisa burlona.

- No.

El alma de Kyuhyun regresó a su cuerpo en forma de un enorme suspiro y una amplia sonrisa.

- ¿De verdad? - Como respuesta, el pelinegro rodó los ojos.

- Kyu. Tu no eres capaz de engañarme. -afirmó con seguridad- Somos torpes, la tristeza y el enojo nos hace cometer y hablar puras tonterías. Pero en este tiempo que llevamos juntos hemos estado unidos en muchas circunstancias. Me has ayudado mucho, has sido tan lindo conmigo que, aunque intente odiarte...-pausó mientras se mordía el labio inferior con lascivia-. Me sigues calentando como hoguera medieval.

Jong gateo en dirección al castaño. Kyu pasó saliva, atento al lento andar de JongHoon en cuatro.

- Y tu a mi.

¡Joder! De verdad era sexy.

No, era como el fuego.
No, Kim JongHoon era como el puto infierno para la lujuria.
Sus labios humedecids por su propia saliva, entreabiertos, carnosos y tentadores. Esa mirada oscura, inicitante. Y sus manos acercándose a su cremallera.

- Te demostraré otra razón por la que sé que no me engañarías.- Susurró con sensualidad.

Kyuhyun echó hacia atrás la cabeza, con los ojos cerrados en espera de ser devorado.

Pocos segundos transcurrieron entre ser liberado de su ropa interior para pasar a ser torturado por la cálida boca del contrario.

Se mordía los labios para no gritar. JongHoon sabía perfectamente cómo hacerlo enloquecer. Presionando su miembro, envolviendo su lengua y succionando con pasión arrebatadora.

¡Por todo lo que existiera! En verdad ese hombre era el mismo infierno.

Kim levantó la mirada cuando una mano contraria se coló entre su cabello. Un tirón leve y JongHoon aumento el ritmo. Necesitaba que ese hombre llegara, necesitaba mostrarle que con él ni siquiera pensaría en otra persona. Qué era suyo y veceversa; de cualquier forma que gustasen.

Kyuhyun sintió que el orgasmo estaba cerca, demasiado cerca. La velocidad y habilidad que desempeñaba la boca de Jong alrededor de su pene no ayudaban a retardarlo más. Un espasmo chocó con fuerza contra sus sentidos liberando todo en el interior del mayor, con fuerza y una agitación más fuerte que la del océano en un huracán.

Bajó la mirada, JongHoon aún le dedicaba aquella mirada encendida, esa mirada que sólo pedía, exigía, por más.

- Todavía tengo mucho por demostrarte.- Sentenció Kim. Kyuhyun entreabrió los labios, sin poder responder algo coherente.

Café Amargo ••• |KyuSung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora