15 ° Juguetes

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— No, no vuelvas con ese tipo.—dijo mientras sostenía el celular entre su hombro y la oreja—. Ese hombre te trató mal, y te quitó la confianza que tenías en ti misma. Pero, eres independiente y una mujer con muchas herramientas para superar a ese tipo. Toma acción legal y acepta ir con ese chico a Europa. De nada… Te veré el lunes.  

JongHoon colgó la llamada de emergencia de una de sus pacientes. Aún faltaban cinco minutos para que pudiera irse.
Las semanas libres habían terminado, para él, porque el doctor Cho seguía en Las Vegas. Apenas había terminado de arreglar y contestar los mensajes de sus pacientes, algunos más graves y otros sencillamente preguntando cuando iban a poder verlo de nuevo.
Tenía que contratar un asistente.

— ¡ALTO AHÍ! — JongHoon brincó aterrado cuando aquel gritó invadió la paz de su consultorio. 

Se levantó de un salto, molesto e irritado por esa ridícula entrada.
—¡Aish! ¡Eres un idiota!

—Tus encantos me vuelven un idiota, mi amor.— Kyuhyun le lanzó un guiño. Vestía de azul, con un gran sombrero del mismo color adornado por plumas. Una capa celeste con una cruz plateada en el medio y debajo una camisa blanca con encajes. Guantes de cuero le cubrían las manos, y en la derecha portaba una florete.

— Hoy eres… ¿Un mosquetero?—preguntó con una leve sonrisa. Se veía muy bien. 

— Así es. ¿Quieres ver mi florete?— preguntó apuntándole con el mismo y formando su cautivadora sonrisa de lado. JongHoon soltó una risita. Le quedaba muy bien ese atuendo. Mucho mejor que los otros.

— Te ves… Te ves muy guapo así vestido— Lo halagó mientras miraba otro punto del consultorio.
Era extraño que JongHoon le dedicara un halago. Por lo mismo, Cho Kyuhyun se sintió plenamente feliz. Vestir de mosquetero fue un gran acierto.
Y pensar que ese atuendo lo había usado su amigo Changmin para una de sus películas.

— Te tengo una propuesta.— Kim puso los ojos en blanco. dispuesto a oír alguna de sus múltiples bromas.

— Ya me imagino. ¿Será indecente o muy indecente?

— Lo primero— respondió mientras guardaba en su cintura el florete y tomaba asiento frente al escritorio de JongHoon—. Está todo listo para que asistas conmigo.

— ¿A que?

— A la plática. La plática de BDSM

— Ah! De acuerdo. ¿Cuando?

— Hoy en la noche.— agregó con una sonrisa traviesa. Jong se sonrojó, no por tímidez sino porque entendía perfectamente la maquiavélica expresión.

— Está... Bien.

— ¿Tienes pacientes?— preguntó mirando todo con atención. Jong resopló.

— Luego de tanto tiempo molestandome, creí que ya sabías mi horario.— se levantó del escritorio con sus cosas en la mano.

— ¿Entonces ya estás libre?

— Ajá.

JongHoon caminó hacia la puerta, siendo interceptado por Kyuhyun.
El castaño lo miró fijamente, relamiéndose los labios y viajando sus dilatadas pupilas a los contrarios. Sonrió coqueto, echando a un lado el sombrero. Jong dio un paso hacia atrás cuando escuchó el seguro en la puerta. su corazón palpitó con fuerza y sus mejillas se encendieron cuando Cho lo pegó su cuerpo.

¡Dios!

Ojalá nadie escuchara nada...

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Café Amargo ••• |KyuSung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora