IV

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Cynthia Hudson

«¿Qué demonios pasó en mi ausencia?»

Los cambios son buenos, siempre lo pensé y fuí testigo de eso. Me lamenté una y otra vez haber dejado lo que queria mantener, entre esas mi amiga.

Lamenté más de una vez no haberla visto antes, nunca fuí de dejarme intimidar porque eso refleja la mayor de las debilidades, de haber sabido antes que Lina pasaba por eso desde sus primeros días la hubiera aconsejado, ayudado, algo.

No soy de amigos, siempre los que consideré como tales eran mis primos. Somos una familia grande y sólo por ese hecho las reuniones familiares parecian más un convento que una simple comida.

Nos criamos juntos y lo agradecí, al ser una de las menores de la fila de primos/hermanos me tocó convivir con pubertos. James, el mayor era lo contrario a mi. Yo soy de color canela, él pálido como la nieve. Yo tenia el cabello bien oscuro, él se lo decoloraba cada tanto y la ultima vez que lo ví lo tenía azul.

Puede ser el más insoportable, pero sin él no hubiera pasado mis materias. A pesar de su actitud, James es ese tipo de personas que da todo por ayudar, que sí está en su alcance poder hacer algo por tí, lo hace.

No tengo hermanos, sólo ellos por crianza.

Y la verdad es que los amo. Justo ahora los veo más que nunca ya que se la pasa visitando a mi abuela. Y en una de esas visitas fué que le platiqué de un problema, no mío sino de Lina.

Cuando la ví despues de tanto, sus ojos no dejaban de derramar lágrimas, me recordó tanto a ese momento en que la ví por primera vez, con sus lentes destruidos y todos riendose por lo sucesido.

No me sorprendí cuando menciono a Hero, ese tipo siempre aparecía cuando no lo llamaban. No había día que no me sintiera observada por él cuando ella estaba conmigo. Me caía tan pesado que no demostré mi desagrado hacía él en ese momento.

Pero una cosa era lo que yo pensara, y otra lo que ella sintiera.

—¿Lo quieres?—le pregunté aquella vez en su nueva habitación, ella se sonrojo y a pesar de las lágrimas buscó mis ojos.

—Lo amo—aquel murmuro fué suficiente para tomar una almohada y golpearme con ella.

—Amiga, ya valimos madres...

Logré que se riera, aunque por más que mi comentario fué con ese propósito no era mentira.

Sabía que con lo ocurrido o incluso antes que, Hero para ella no seria alguien de momento pero pensé que al irme yo de ahi y con el pasar del tiempo eso queria como un lindo recuerdo compartido. Sin embargo, me equivoqué horriblemente.

Sentí tristeza, una que no pude intentar disimular cuando me contaba cada una de las cosas que tenía que hacer para verlo, o como había actuado su mamá al enterarse que él seguía presente. Me enojé cuando me dijo que la golpeó, me emocioné junto a ella cuando me relató su primera vez.

—¡Picarona, atrevida!—le decía mientras le pellizcaba el estomago para hacerla reir, funcionó.

Hasta yo sentí vergüenza cuando me contó que había accedido estar con él en su cuarto con su madre en casa. Sus mejillas estaban encendidas, leves sonrisas se le escaban cuando describía alguna acción o rasgo de Hero y supe que mi amiga estaba hasta la medula con el ojiverde.

—¿Quien es Steven?—lo mencionó más de una vez.

—Alguien que creí mi amigo.

Gracias al susodicho fué que se desató la guerra en su casa, sin él capaz y todavía estuvieran juntos allá o quizas no, eso nadie lo iba a saber. Se notaba molesta con eso y no la culpo, yo tambien lo estuviera.

I'm Your Hero || Hero Fiennes Tiffin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora