No sé si debería asustarme porque todo esté bien.
El primer día tanta incomodidad era tan palpable que era difícil estar en un mismo sitio sin mirar más de diez veces hacia atrás. Estábamos tan acostumbrados a que todo tenía que ser a escondidas que esto, para nosotros no era normal.
—Siento que cuando salga de aquí tu madre va a comenzar a empacar.
Me había atrevido a decir aquella primera tarde. Ella se rió, pero sabía que también pensaba lo mismo, tratabamos de mantener la mayor calma posible a cualquier circunstancia que pudiera ocurrir en menos de un pestañeo.
Guardaba mis manos y enderezaba mi espalda cada vez que la señora pasaba al salón.
Lina se reía de mis actitudes, más cuando nunca las había visto. Y obvio cuando no había muros por la costa mis brazos la rodeaban, así como su cabeza se dejaba caer en mis piernas o en mi pecho.
Decir que no disfrute de esos momentos sería mentira, porque claro que lo hice.
—¿Cómo está Mercy?—me había preguntado un día que estábamos en su comedor.
Ella como tal a mi hermana la ha visto contadas veces, incluso escasas. Cuando le mencioné el nombre no creí que se lo memorizara tan rápido, pero al parecer si. No acostumbro a hablar de mi familia, no es un tema que me parezca que tenga que saber todo el mundo.
Las conversaciones y ámbitos familiares se quedan es eso, en familiar.
Sin embargo, no era porque me sintiera obligado, mucho menos presionado a contarle algo pero si había un cierto compromiso. Muchos problemas habíamos causado por no tener una mejor comunicación con lo que se relaciona con el otro.
Verdades, amigos, familia... La comunicación era lo principal, sólo qué es complicado.
—Bien—me limité a decir, ganándome una mirada recelosa de su parte.
No quería hacerle daño, pero tampoco veía necesario hablar de mi familia justo ahora.
—¿Y tú mamá?—murmuró como temiendo por la respuesta, hice una mueca con la boca. Restandole importancia.
—En casa.
Alzó la mirada, apoyándose el mentón en una mano.
—¿Es muy lejos?
«Uh»
Carraspeo intentando aclárame la garganta, mejor dicho, haciendo tiempo. Presentía el final de la conversación, no una frase sino una propuesta. Y no estaba listo, no por dar ese paso con ella, ya mucho había hecho por mi. Sino porque no había preparado el terreno, la zona, o como sea.
Para mí madre, no tenía a nadie.
La única que la medio conocía era Mercy, y justo ahora, me sentí un imbécil por eso.
—¿Cómo vas a hacer con las clases?—cambié de tema poniéndome de pie, dejándola con aquella mirada desolada que me dedicó al alejarme.
Insensible era la palabra que me podría describir en estos momentos, sino, ¿Cuáles?
—¿Tú mamá no te ha dicho nada de eso?—continué dejándome caer en el sofá.
Lina se acercó jugando con las mangas del suéter de lana rosada que cargaba, se aproximó a mi costado para sentarse. No arrecostada a mi hombro como ya teníamos costumbre, sino a mi lado. Con cierta distancia de por medio.
«La estoy cagando»
—Ahm, me había comentado de terminar el curso por aquí.
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I'm Your Hero || Hero Fiennes Tiffin #2
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE HE IS MY HERO. -El orden que ella conocía ya no está, todo eso se perdió,-Gruño golpeando la mesa-: ¿Lo entiendes? Todo lo que ella intento curar en mi está saliendo a la luz. -Ella te destruyó-Negué inmediatamente. -No, sin ella...