Unas horas después, a la mañana ya creía que todo estaba como antes.
Estábamos en la misma mesa del inicio, cuando la pasé a buscar me pidió de mil formas posibles que quería estar temprano. Sabía que no nos iban a quitar los puestos pero ella insistió. De tantas cosas por hacer, había dormido mal. Se notaba en las bolsas bajo sus ojos.
Se estaba matando haciendo su parte, ya después me mataría yo por la mía.
—¿No te da nostalgia?
Su voz de un momento a otro me interrumpió el seguir pensando, al girar levemente el rostro pude notar como jugaba con el lápiz entre sus dedos, pequeños mechones de su coleta le caían al rostro. Pero no parecía ser consciente de eso, sino de mirar un punto fijo al frente.
—¿Qué cosa?
—Estar aquí,—se limitó a decir alzando los hombros—: Dentro de poco te gradúas y a mí me quedará un tiempo más antes de hacerlo.—murmuró dejando de mirar al frente para buscar mi mirada—: Y no estarás aquí.
Apreté los dientes mientras estiraba una mano para tomar un mechón de su pelo y acomodarlo detrás de la oreja.
—¿Por qué piensas en eso?—yo ni siquiera lo hacía.
—Porqué hay que estar preparado,—sonrió tomando mi mano y dejar un beso en la palma—: ¿Qué quieres hacer cuando termines de ver clases?
La imagen de un avión fué lo primero que se me vino a la mente, pensar que podría estar de un lugar a otro solamente para conocer me llenaba el pecho de emoción, como a un niño que cuenta los días antes de que sea su cumpleaños o navidad.
Al comprar el pasaje uno se va por algo, pero deja lo que alguna vez fue cómodo. Pensar que podía dejar a la única persona que hacía que mi interior revolucionara me convencía cada vez más en rechazar toda oferta posible por ir a conocer el cielo con un pasaporte.
—¿Hero?
—Desde niño quise viajar,—sonreí de lado—: Ya ahorita no se que quiero o que voy a hacer con tanto tiempo libre.—no mentía del todo.
Me sonrió dejando el lápiz a un lado.
—¿Qué sitios conoces?—parecía emocionada.
—Algunas playas, uno que otro pueblo cuando hacíamos vacaciones familiares.—su mirada estaba puesta en la mía—: A Mercy le gustaba ir más a comprar en las tiendas turistas que conocer.
Quise reír pero me salió sin ganas, en esos momentos ambos éramos unos niños que no sabíamos los problemas por los que estaban pasando nuestros padres. Las constantes discusiones entre ambos se empezó a notar cuando mamá aparecía con lágrimas frente a nosotros. Lágrimas que decía que eran gracias a las telenovelas y no a su falta de carácter frente a papá.
La mano de Lina fué a dar a la mía y no supe porqué hasta que la ví vuelta puño sobre la mesa. Mis ojos cayeron sobre ella, detalle su rostro como si fuera la primera vez que lo hacía.
Sus mejillas, ahora levemente rosadas eran el centro de atención. Volviendo opaco al cansancio que cargaba. Me incliné hacia ella soltandome de su agarre, ambas manos las bajé e hice que la silla se girara para que sus piernas quedarán frente a mi.
Sentí sus manos ir desde mis brazos hasta la nuca, dónde se detuvo acariciando los costados de mi cuello. Si pensaba antes que sus mejillas eran el centro de atención es porque no había visto sus ojos.
Estábamos tan cerca que era imposible no ver qué su pupila estaba dilatada, juraba que la mía también. Un pequeño suspiro de su parte hizo que entre ambos se sintiera el aire caliente, aire que también solté antes de lanzarme contra su boca.
Coloqué ambas manos en sus muslos, haciendo que los abriera para ponerme de pie y quedarme entre ellos.
Una mordida en su labio inferior bastó para que entreabiera un poco la boca. Suficiente para poder disfrutar en todos los sentidos del beso que me estaba devolviendo. Muchas veces las palabras no salían, no sé decirlas sin sentir presión.
Para eso están las acciones, los hechos que me hacen hacer más de mil cosas para que a ella le quede bien claro lo que significa para mí.
Unos ruidos en la puerta la hicieron alejarse de mí, no podía ir muy lejos porque seguía sosteniendo sus muslos. Se intentó acomodar haciendo que soltará un gruñido, su boca ahora levemente roja se curvo en una sonrisa.
Una que me contagio cuando llevo una de las manos que seguían en mi cuello hasta mi boca, acariciandome el labio.
Mi único obstáculo era la gente que empezaba a entrar.
—Siéntate.—me dijo sin borrar la sonrisa.
Negué acercándome más.
—Por favor.—se río nerviosamente dejando un beso muy casto en mi barbilla.
Solté sus piernas a regañadientes e intenté hacerme el ofendido por un rato, cosa que le dió risa. Cuando el profesor entró nos hizo anotarnos en una lista, no paso desapercibida la mirada de muchos cuando el mismo profesor releyó la hoja y el nombre de Lina estaba en ella.
Orgulloso estaba cuando ni se inmutó.
Al finalizar la hora, nos pidió que a los que ya estábamos terminando de forma definitiva su materia nos quedaramos por algo que nos tenía que comentar, haciendo que el resto saliera. Jale a mi castaña por el borde del jean haciendo que cayera por obligación en la silla de nuevo, ella no se iba a ir.
—Te espero afuera.—murmuró sobre mi mejilla antes de besarla. Sonriendo levemente mientras quitaba mis dedos del borde de su pantalón.
—Como te vayas..
—¡No me iré!—rió y salió del aula.
No éramos muchos, ya que en el listado que le correspondía a cada uno. Al tener tiempo, estás materias son optativas. Tu decides si verlas o no. Yo decidí hacerlo aunque fuera una total flojera y la razón está esperándome fuera del salón.
El profesor nos tendió una pila de hojas para distribuir entre todos. Eran 3 para cada uno, de colores. Cada papel tenía un listado de las posibles carreras y/o trabajos que tenían relación con su materia prehistórica.
Guarde el papel en el bolso, sin tener preguntas innecesarias para hacerle. A diferencia de unos dos que se quedaron, yo me fuí.
Mi sorpresa fué grata que al salir y mirar para los lados para buscarla, la encontré sentada en el piso recargada en la pared de enfrente. No sonreía, es más miraba bastante molesta al flacucho que intentaba que le hablase.
«Steven»
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Tiktok: heroscotUn beso, recuerden que son lo más bello de wattpad❤
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I'm Your Hero || Hero Fiennes Tiffin #2
Novela JuvenilSEGUNDA PARTE DE HE IS MY HERO. -El orden que ella conocía ya no está, todo eso se perdió,-Gruño golpeando la mesa-: ¿Lo entiendes? Todo lo que ella intento curar en mi está saliendo a la luz. -Ella te destruyó-Negué inmediatamente. -No, sin ella...