No era muy consciente de lo que pensaba la castaña actualmente, si tal se que la conozco, pero no hemos tenido tiempo de sentarnos a hablar sobre lo que piensa de acuerdo a lo sucedido con el.
Lo último en que lo mencionamos fue en gritos, por parte de ambos.
Me acerqué, sólo viendo cómo Lina lo observaba con expresión dura.
—Hey—saludé de forma despreocupada cortando cualquier diálogo de Steven.
Ambos me miraron, ella sin embargo se levantó para tomarme del brazo y jalarme en su dirección.
—¡Lina, espera!—gritó para segundos después ponerse por delante de nosotros, mirándola—: Ni quiero saber que estás pensando porque me hago una idea, sólo te pido que me perdones.
Se estaba rebajando mucho, cayendo en la mirada de todos. Las manos de mi castaña empezaron a sudar levemente, sabía que había notado la tensión del momento, más cuando ella está en medio.
Intentando ser de ayuda, hice que me soltará de forma suave para después colocarme mejor a sus espaldas y poner ambas manos en su cintura.
—Un amigo no hace eso, ¿Sabes?—murmuró para él—: Lo único que yo quería cuando ví que te me estabas acercando mucho era confiar en ti.
—¡Y puedes!—a diferencia de ella, él gritó—: Quería protegerte.
—¿De qué?—casi gruño—: ¿De ser feliz?
Algo en mi pecho se contrajo.
—De que salieras herida más adelante.
—Pues lo hice, y todo gracias a lo que comenzaste tú.—soltó casi con deseen.
La gente a nuestro alrededor se había aglomerado, poniéndose un tanto más cerca ya que Lina por no querer dar un espectáculo hablaba casi en susurros. Le hice señas con la mirada a Steven para que lo viera. Sin embargo estaba tan sumido en la molestia que le habían causado las palabras de mi novia que pasó de largo.
Yo no iba a hacer eso.
Me incliné casi hasta llegar a su hombro, besé su oreja y ella se tensó.
—Vamonos.
Asintió y tras dedicarle una última mirada al ojiazul, la jale por la muñeca para ir a las escaleras.
El único sitio que sabía que podía decir que era totalmente nuestro era el techo. Tengo tantos momentos buenos como malos aquí arriba, y ella puede que piense lo mismo porque no ha hecho nada por detener la subida.
No me suelta, tampoco me habla. Sé que no había hecho nada mal por lo que no me tenía que preocupar si estaba molesta conmigo o no.
No obstante, hay que ser precavido.
—¿Estás molesta conmigo?—ella frunció el ceño hacia mi una vez que estabamos abríamos la puerta para dar paso al amplió cielo que nos recibía.
—No, sólo que me molesta la situación.
—¿Cuál, exactamente?
—Que por él pasó lo que pasó.
Mi parte irracional sabía que culparlo a él totalmente sería como quitarme culpa, pero la otra parte sabía que no era así.
—Bonita si te pones a ver,—alcé los hombros caminando hasta el centro del espacio y sentarme, me siguió—: Hubiera pasado de una u otra forma.
Alzó las cejas, sentandose en forma de indio frente a mi.
—¿Tu crees?—suspiré pasando las manos por encima del jean.
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I'm Your Hero || Hero Fiennes Tiffin #2
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE HE IS MY HERO. -El orden que ella conocía ya no está, todo eso se perdió,-Gruño golpeando la mesa-: ¿Lo entiendes? Todo lo que ella intento curar en mi está saliendo a la luz. -Ella te destruyó-Negué inmediatamente. -No, sin ella...