I

3.4K 207 45
                                    


Hero Fiennes Tiffin

—Te lo prometo cariño

Esas mismas palabras dijo mi padre antes de marcharse por la puerta y no volver más.

Lancé un vaso hacia la pared, destrozándose en cuestión de segundos.

Esas mismas palabras son las que me mantuvieron esperando su maldita presencia por cinco largos años.

Tomando otro lo lancé hacia la misma pared, el estruendo de los cristales es lo único que se escuchaba en la sala.

Esas mismas palabras son las que me tienen hecho añicos porque le quiero créer.

Con mi pecho ardiendo, me dejé caer al piso frente a los trozos, sostuve la cabeza entre mis manos tratando de mantenerme tranquilo. No soy de llorar, no me gusta llorar pero cuando se trata de ella no puedo evitarlo.

Mucha gente no entiende el significado de las promesas, no entienden lo que duele tener esperanzas en algo que en el fondo sabes que no va a ser. Las promesas pueden llegar a ser mentiras disfrazadas, de las mejores mentiras.

Estoy harto de que me duela todo, estoy harto de llevar siempre la peor parte. Estoy cansado de tener que pensar más por otras personas que por mi, más de una vez me pregunté ¿Hasta cuándo? Sin embargo la respuesta nunca llegó. Más tarde, ya más grande entendí que eso es lo que soy.

Soy así, y ¿Cómo se cambia quien eres? Incluso, ¿Se puede?

Muchas veces leí que las personas con mejor corazón son las que peor la pasan. Y si, parece ser así. Intentas darlo todo, intentar ser la mejor de ti para que a la final lo que menos crees que te puede lastimar, es lo que más te destroza.

Me arrepiento de muchas cosas que dije, hice y dejé de hacer. Me arrepiento de no haberle dicho a papá cuánto lo quería cuando jugaba conmigo en el patio. Me arrepiento de no haberle dado más protección a mi hermana en el kinder. Me arrepiento de no haber sido más amable con quién me dirigía tan sólo un saludo. Y si, me arrepiento de no haber actuado antes con Lina.

El hubiera no existe, y no existirá tampoco pero si tan sólo pudiera regresar unos cuantos meses atrás, lo haría. Cambiaría muchas cosas que hice, todo y solamente para poderle decir todo lo que sentía.

Soy una mierda con respecto a mi, o por lo menos yo me siento así.

Mi padre apareció unas semanas antes del cumpleaños de Mercy, no le pidió perdón a mamá, no nos pidió perdón a nosotros, no hubo algún lamento por su abandono; sólo pidió hablar con mamá a solas.

Ese mismo día, en la hora de cenar mamá nos contó que él quería hacerse responsable por nuestros estudios superiores, para nadie era un secreto que queríamos estudiar.

—No quiero su asqueroso dinero—Ladré a mitad de la cena, Mercy se quedó callada.

—Cielo, no está mal que-

—Si está mal,—La interrumpí alejando el plato a medio comer—: Él no se preocupó por nosotros en ningún momento de su ausencia, me engañó como a un imbécil diciendo que volvería y eso no fué así,—Mamá enmudeció—: No siente el haberlos dejado a la deriva sin él, supimos salir adelante solos todos estos años y vamos a seguir así.

—Hero pero-

—¡Nada, Marcy!—Grité—: No está a discusión.

—Hijo, ustedes necesitan el dinero. Sólo ustedes van a disponer de él, el quiere que cumplan lo que quisieron desde un inicio,—Intenté hablar, cosa que falló—: Lamento que las cosas resultaran así, sé que les afectó perder a su padre,—No reaccioné ante su mirada, la rubia a mi lado si tenía los ojos llorosos—: Pero quiero que lo tengan y lo usen, por más que quisiera, esos ingresos no se los puedo dar yo...

Cuando oí la voz de mamá romperse aquella noche fue horrible, recuerdo las gruesas lágrimas bajar por su rostro y sobre todo, sus manos buscando las nuestras por encima de la mesa. Horas más tarde, esa misma noche llamé al ausente.

Deje muy en claro qué, la única forma que yo aceptaría ese dinero es que en vez de que entrara a la cuenta de Mercy entrará a la de mamá. Me aseguraría por sobre todas las cosas que la mujer que me dió la vida dejara de preocuparse por mantener más de un trabajo estable.

Accedió, sabía que lo hacía por mantenerme contento, se le notaba que conmigo quería la fiesta en paz.

«Interesado»

Meses después el ambiente en mi casa dejó de ser tenso a estar más tranquilo. Mencioné en la mesa el tema de la independencia, cosa que quería desde hace bastante, siendo el hombre de la casa sentía que era mi deber y admití frente ambas que me sentía un inútil. Trataron de convencerme de lo contrario, sin embargo, insistí.

Tras unas semanas papá había conseguido este piso para mí, unas paredes que habían sido testigo de mi repentino cambio por querer orden, tener un lugar presentable para su visita. Unas paredes que habían sido testigos de los mil y un besos que le di al llegar y al salir, también de las discusiones que tenía conmigo mismo sobre mi actitud tan imbécil con ella.

«No la quiero perder, no la voy a perder» Me repetía cada vez, una y otra vez

Ahora, estas paredes que están siendo el blanco perfecto para mis vasos.

Hay cristales por todos lados, rotos en mil pedazos. ¿Soy un vaso?, ¿Soy un cristal? Si, puede ser. Un vaso normalmente, cuando es sometido a mucho frío con agua adentro se rompe. A mí vaso le sacaron el agua, a mi vaso lo lanzaron hasta romperse, me quebré.

Me quebré en mil piezas, de nuevo. Pero está vez, y sólo tal vez, no me vaya mal teniendo esperanza.

—Te creo cariño,—Murmuré a la nada—: Si lo hago.

I'm Your Hero || Hero Fiennes Tiffin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora